miércoles, 29 de junio de 2011
martes, 28 de junio de 2011
Un día con un bebé pequeño (y una casa y dos niños más)
Hace un tiempo leí en una página de maternidad (a la que no voy a dar publicidad, por supuesto!) cómo es un típico día de una mamá primeriza con su bebé… Era una imagen bastante agotadora, en la que la joven mamá terminaba pidiendo a su marido que le diera un biberón al bebé porque ella ya estaba muy cansada…
Mi marido nunca les dio una mamadera a mis hijos a no ser que yo no estuviera en casa, y mis días con una recién nacida son muy distintos, así que decidí mostrar “la otra cara” de como puede ser un día con nuestro bebe, si nos relajamos y dejamos que la maternidad fluya…
7 hs: Hernán lo levanta a Joaqui para llevarlo a la escuela. Luego sale a caminar un rato y cuando vuelve a casa me da una mano ordenando y limpiando un poco.
9/10 hs: Me despierto. Emma y Mai siguen durmiendo. Aprovecho para hacer un rato de gimnasia y desayunar. Hernán se va al trabajo.
10/11 hs. Se despiertan las niñas. Le doy el desayuno a Emma y la teta a Mai. Preparo muda de ropa para todas y me baño con las dos nenas. Armo la cama, barro, tiendo la ropa que hay en el lavarropas y pongo a lavar mas.
12 hs. Salgo con las niñas a buscar a Joaqui al colegio. Generalmente antes le doy la teta a Mai.
13 hs. Llego con los niños a casa. Preparo algo rápido (fideos, polenta, milanesas con puré) y le doy la teta a Mai.
14 hs. Terminamos de almorzar. Mai duerme. Joaqui y Emma juegan. Aprovecho para limpiar el baño o el resto de la casa, lavar platos, poner a lavar más ropa, etc. De a ratos aprovecho para navegar en internet, armar algún artículo para el blog, (como ahora), etc.
16/17 hs. Mai se despierta, toma la teta. Les preparo la merienda a los chicos.
18 hs. Llevo a Joaqui a su actividad diaria (natación o judo) con las niñas.
19/20 hs. Volvemos a casa, empiezo a preprar la cena.
21 hs. Llega Hernán. Cenamos. Mai toma la teta.
22 hs. A la cama!! Me distraigo un rato con la computadora, leo algún libro, y a dormir!
Por supuesto que en medio de todo esto, hay pedidos de teta de Mai, cambios de pañal de Mai y Emma, idas al baño con Joaqui o a hacer CE con Mai, peleas entre hermanos en las que hay que intervenir, etc… En esos momentos, no queda más remedio que frenar, en lo posible, lo que uno estuviera haciendo… A veces la pongo a Mai en el fular y hago las cosas de la casa con ella a upa.
Cabe aclarar que no soy la mujer maravilla, ni una super mamá, y es posible hacer todo esto porque mi marido me da una manaza y porque puedo dormir bien en las noches... Y como lo logro? Por supuesto, Mai duerme conmigo desde que nació!! Las veces que he dormido mal ha sido porque está congestionada y la escucho con dificultad para respirar, pero en lo que respecta a la teta, se la doy casi dormida y ella tampoco se despierta para mamar...
Y si bien hay momentos en que se te juntan cosas (el telefono suena, Emma llora porque se golpeó, Mai llora porque quiere teta, Joaqui reclama desde el baño que le limpie la cola, y la comida se quema, todo al mismo tiempo!!) y uno cree que va a enloquecer, esta es solo una etapa, que ya pasará, y más rápido de lo que quisiera, sin duda alguna…
Y ya les contaré cómo me las arreglo cuando se me acabe la licencia y vuelva al trabajo!!
miércoles, 22 de junio de 2011
CE: Como vamos
miércoles, 15 de junio de 2011
Pañales de tela “made in Argentina”
Hace ya un tiempito me contactó una ex alumna del cole de Joaqui, para contarme que estaba haciendo pañales de tela, y quedó en traerme uno para que lo pruebe.
Quiso la casualidad (o causalidad, porque nada es porque sí), que Camila, la chica que me contactó, fue maestra de música de Joaqui en su anterior colegio Nuestras Raíces.
La cuestión es que hace unos días me acercó un pañal para que lo probara con Maite. Y fue totalmente aprobado!
El pañal en cuestión es 8estaciones.
Es un pañal distinto de los que estoy acostumbrada a usar ya que las telas importadas aquí no se consiguen, pero han logrado un muy buen producto con las telas que hay en el país.
Les cuento un poquito: Se trata de un pañal con inserto, talla única. A diferencia de los que yo tengo, no tiene broches verticales, sino que lo que graduá el pañal es el inserto: inserto más grande con bebés mayores, inserto más chico con bebés mas chicos.
Posee tres filas de broches para graduar el ajusto, y el elástico de la cintura también se puede ajustar mediante un sistema de botones internos, como los pantalones de bebé.
La parte exterior parece tela, pero es impermeable. Por dentro es de algodón. Si bien esto hace que el bebé sienta la humedad, para mí ahora, con mis conocimientos de CE, esto es algo positivo, porque evita que el bebé tenga una falsa sensación de “sequedad”, y al sentir la humedad no pierde la conexión con su necesidad fisiológica. A mí me resulta bárbaro porque Maite, si bien da señales antes de hacer pis, si no le presté atención o no me dí cuenta por algún motivo, me lo hace saber apenas se siente mojada.
Además, el algodón es una tela fiel, que no da alergia ni tiene fibras sintéticas, lo que reduce las probabilidades de alergias o irritaciones.
El inserto es la típica tela de pañal, de algodón, como la que se usaba con los pañales de chiripá.
Y lo que más me gusto, porque es con lo que tuve problemas con mis otros pañales de tela: se puede ajustar el elástico de las piernitas!! Mediante el mismo sistema de elástico con botones internos, se puede graduar el ajuste a la pierna de nuestro bebé, logrando así que nunca le quede demasiado apretado ni demasiado flojo, y evita filtraciones de pis.
Para lavarlos, al lavarropas y listo!! Y los puse en el secarropas y tanto el cobertor como el inserto resistieron perfectamente.
Así que es una opción muy recomendable si buscan pañales ecológicos nacionales!!
sábado, 11 de junio de 2011
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viernes, 3 de junio de 2011
Newsletter Laura Gutman Junio 2011
Desde la voz del recién nacido
Hoy las mujeres trabajamos a la par de los hombres, hecho que vivimos con orgullo y satisfacción. Además ninguna mujer está dispuesta a volver al pasado de sometimiento económico, religioso o moral. Nos sentimos libres al gozar por fin de la autonomía largamente merecida. Luego nos felicitamos mutuamente por la victoria de las libertades individuales. Hasta ahí estamos todos de acuerdo.
Quien posiblemente no esté tan de acuerdo sea el bebe recién nacido. Porque como mamífero humano, nació “sin terminar”. Es decir, va a necesitar nueve meses de “embarazo extrauterino” para completar los nueve meses de “embarazo intrauterino”, esperando encontrar la misma calidad de confort, placer, movimientos, alimento, olores, mirada y presencia que experimentó en el vientre de su madre. Este torrente de experiencias agradables podrá recibirlas dentro de un entorno femenino, o más precisamente, dentro de un entorno maternante.
Los bebes recién nacidos no fueron invitados a la fiesta de los tiempos modernos. No tienen voz ni voto en estas decisiones. Y las personas grandes no nos tomamos el trabajo de averiguar qué es lo que ellos -en su especificidad de niños muy pequeños- necesitan: básicamente seguir navegando en la sutileza de la energía materna. Pero hay algo más que permanece oculto en el pensamiento colectivo: la espontánea e íntima escucha de la madre al llamado del recién nacido y la intransferible conexión que cada mujer siente respecto al propio hijo.
Para permitirnos reconocer que la necesidad de permanecer juntos también es nuestra, las mujeres deberíamos sentirnos cuidadas, atendidas, apoyadas y sostenidas. Libertad no es depender de los propios recursos para subsistir. Libertad no es trabajar dobles o triples jornadas. No somos libres cuando somos expulsadas al mundo del trabajo viéndonos obligadas a abandonar a la cría. Eso es lo que nos han hecho creer -y hemos aceptado como cierto- engañadas con la zanahoria de la modernidad. En realidad, sólo somos libres cuando nos otorgamos las posibilidades de vivir a fondo cada etapa de la vida. Y el primer período de la maternidad es una muy especial. Además dura poco tiempo.
Laura Gutman.
miércoles, 1 de junio de 2011
La nueva maternidad
En España acaba de salir a la venta un nuevo libro sobre maternidad, que lamentablemente aún no está previsto que salga en Argentina.
Lo especial y particular de este nuevo libro, que se titula “Una nueva maternidad”, es que quienes lo escriben no lo hacen desde una postura de pediatra, puericultura, psicóloga, psicopedagoga, especialista en lactancia, etc… Sino desde un lugar que nos es mucho más cercano, y por ende, más querido: desde su lugar de madres.
Son madres blogueras, como yo, como muchas de las que pasan por acá, que crían a sus hijos desde la empatía, el amor y el respeto.
Sabiendo que este libro no estará por ahora disponible aquí, Ileana, del blog “Tenemos Tetas”, que es una de sus autoras, ideó un concurso, cuyo premio es un ejemplar de este libro y del nuevo de Ibone Olza, “Hermanos de leche”. La consigna es simple: escribir sobre qué es para nosotros este paradigma de “la nueva maternidad”.
Al momento de sentarme a escribir estas líneas tenía varias cosas en la cabeza sobre qué es lo que quería decir.
Y de pronto me veo, sentada en mi cama, con mi notebook encendida, Maite durmiendo en mi falda, y Emma a mi lado, pidiéndome que la peine… esto es la nueva maternidad!!
Las mujeres de ahora ya no somos las de hace 50 años atrás, que se quedaban en casa para cuidar de sus hijos porque ese era su rol en la sociedad. Y tampoco somos las de hace unos 20 años, que salían a conquistar el mercado laboral, priorizando su desarrollo profesional por sobre el formar una familia.
Las mujeres de hoy podemos elegir cuándo ser madres. Muchas trabajamos fuera de casa, para continuar luego nuestra labor puertas adentro de nuestro hogar. Otras han conseguido trabajar desde sus casas, gracias a las nuevas tecnologías. Y otras, han elegido no trabajar para poder dedicarse de lleno a la crianza de sus hijos. Lejos de ser un retroceso, como muchas veces intenta hacérnoslo ver ciertas posturas feministas, considero que esto es un gran avance, porque no hay trabajo más importante que dedicarnos de lleno a formar a quienes serán los adultos de mañana…
La nueva maternidad es elegir parir en casa, aún teniendo a tu disposición sanatorios con optima hotelería y tecnología de punta. La nueva maternidad es dar la teta sentada en la pc, mientras preparas el trabajo que tu jefe te pidió para mañana. La nueva maternidad es tender la ropa con tu hijo más pequeño atado en un foulard a tu espalda. La nueva maternidad es sentarte en el piso a jugar al supermercado, y luego invitar a tu hijo a que te ayude a preparar la cena. La nueva maternidad es contar hasta cien mil para no pegar tres gritos cuando nuestros hijos hacen una travesura, y mucho menos dar un chirlo en la cola. La nueva maternidad es buscar alternativas a los castigos, tratar de ponernos en el lugar de nuestros hijos, tener en cuenta sus opiniones y tratar de respetar aquellas decisiones que puedan tomar pese a su corta edad. La nueva maternidad es llegar agotada a la cama, para ver que todo lo importante está dentro de ella.
O al menos, eso es para mí esta nueva maternidad, cuyos alegrías y desafíos intento compartir con ustedes desde este humilde rincón.