miércoles, 29 de agosto de 2012
Carlos Gonzalez en Argentina
Lamentablemente me quedaré con las ganas de verlo, ya que las entradas son caras para mi presupuesto, y la unica charla gratuita es en medio de mi horario laboral, por lo que me resultará imposible asistir (además de lo complicado que me resultaría ir a Capital con los tres niños).
Les comparto los lugares y fechas de las charlas:
lunes, 13 de agosto de 2012
Estreno de la película La Educación Prohibida
Finalmente el día ha llegado, y la película se estrena hoy en 151 salas alrededor del mundo.
Yo ya no puedo esperar que los chicos se duerman para poder verla tranquila.
Como la película es de libre distribución, acá la dejo en su versión completa.
domingo, 12 de agosto de 2012
FELIZ DIA DEL NIÑO!!
Hoy en Argentina festejamos el día del niño.
Si bien es una fecha comercial, me parece importante tener un día, no tanto para hacer regalos ostentosos, sino simplemente para recordar en nuestros hijos el niño que alguna vez fuimos cada uno de nosotros, y pensar y tratar de cambiar las cosas para los niños que aún hoy sufren maltratos y privaciones.
Para mis hijos, para sus hijos, y para el niño interno de cada uno, FELIZ DIA!!
Emma y Maite recibiendo sus regalos esta mañana. |
Que sean niños los niños.
Que sean niños, y no clientes de las compañías de celulares, o vendedores de rosas en los bares, o estrellas descartables de la televisión.
Niños, no limpiavidrios en los semáforos, o botín de padres enfrentados o repartidores de estampitas en los subtes.
Que no sean niños soldados, los niños. Que sean niños los niños, simplemente. Que no sean foto de un portal pornográfico. Que no sean los habitantes de un reformatorio.
Que no sean costureros en talleres ilegales de ningún lugar del mundo.
Que sean niños los niños, y no un target.
Que no sean los que pagan las culpas. Los que reciben los golpes. Los bombardeados por publicidad. Que sean niños los niños. Todo lo aniñados que quieran. Todo lo infantiles que quieran. Todo lo ingenuos que quieran. Que hagan libremente sus niñerías.
Que se dediquen a ser niños y no a otra cosa.
Que no sean los que no juegan, los acosados por las preocupaciones, los tapados de actividades.
Que sean niños los niños y se los deje preguntar sin levantar la mano, formar filas torcidas, llevar alguna vez la Bandera no por ser mejor alumno, sino por ser buen compañero.
Que sean niños los niños y no los incentivados con desmesura a consumir todo lo que saca el mercado.
Que sean niños, y no los que aspiran pegamento en una esquina o fuman paco en la otra, tan de nadie, tan desprotegidos.
Niños, no nombres que tienen que rogar por recibir el apellido paterno o la cuota de alimentos.
Que sean niños los niños.
Y que los niños sean lo intocable, que sea la gran coincidencia en cualquier discusión ideológica; que por ellos se desvelen los economistas de todas las corrientes, los dirigentes de todos los partidos, los periodistas de todos los medios, los vecinos de todas las cuadras, los asistentes sociales de todas las municipalidades, los maestros de todas las escuelas.
Que sean niños los niños, y no el juguete de los abusadores.
Que sean niños, no "el repetidor" o "el conflictivo" o "el que nunca trae los deberes".
Niños, y no los que empujan el carro con cartones.
Que sean niños los niños, simplemente.
Que ejerzan en paz el oficio de recién llegados.
Que se los llame a trabajar con la imaginación o con lápices de colores.
Que se los deje ser niños, todo lo niños que quieran.
Y que los niños sean lo importante, que por ellos lleguen a un acuerdo los que nunca se ponen de acuerdo; que por ellos se dirijan la palabra los que no se hablan, que por ellos hagan algo los que nunca hicieron nada.
Que sean niños los niños y que no dejen de joder con la pelota.
Que sean niños en su día. Que lo sean todos los días del año. Que sean felices los niños, por ser niños. Inocentes de todo lo heredado.
Por Mex Urtizberea
Que no sean niños soldados, los niños. Que sean niños los niños, simplemente. Que no sean foto de un portal pornográfico. Que no sean los habitantes de un reformatorio.
Que no sean costureros en talleres ilegales de ningún lugar del mundo.
Que sean niños los niños, y no un target.
Que no sean los que pagan las culpas. Los que reciben los golpes. Los bombardeados por publicidad. Que sean niños los niños. Todo lo aniñados que quieran. Todo lo infantiles que quieran. Todo lo ingenuos que quieran. Que hagan libremente sus niñerías.
Que se dediquen a ser niños y no a otra cosa.
Que no sean los que no juegan, los acosados por las preocupaciones, los tapados de actividades.
Que sean niños los niños y se los deje preguntar sin levantar la mano, formar filas torcidas, llevar alguna vez la Bandera no por ser mejor alumno, sino por ser buen compañero.
Que sean niños los niños y no los incentivados con desmesura a consumir todo lo que saca el mercado.
Que sean niños, y no los que aspiran pegamento en una esquina o fuman paco en la otra, tan de nadie, tan desprotegidos.
Niños, no nombres que tienen que rogar por recibir el apellido paterno o la cuota de alimentos.
Que sean niños los niños.
Y que los niños sean lo intocable, que sea la gran coincidencia en cualquier discusión ideológica; que por ellos se desvelen los economistas de todas las corrientes, los dirigentes de todos los partidos, los periodistas de todos los medios, los vecinos de todas las cuadras, los asistentes sociales de todas las municipalidades, los maestros de todas las escuelas.
Que sean niños los niños, y no el juguete de los abusadores.
Que sean niños, no "el repetidor" o "el conflictivo" o "el que nunca trae los deberes".
Niños, y no los que empujan el carro con cartones.
Que sean niños los niños, simplemente.
Que ejerzan en paz el oficio de recién llegados.
Que se los llame a trabajar con la imaginación o con lápices de colores.
Que se los deje ser niños, todo lo niños que quieran.
Y que los niños sean lo importante, que por ellos lleguen a un acuerdo los que nunca se ponen de acuerdo; que por ellos se dirijan la palabra los que no se hablan, que por ellos hagan algo los que nunca hicieron nada.
Que sean niños los niños y que no dejen de joder con la pelota.
Que sean niños en su día. Que lo sean todos los días del año. Que sean felices los niños, por ser niños. Inocentes de todo lo heredado.
Por Mex Urtizberea
jueves, 9 de agosto de 2012
Newsletter LG Agosto 2012
El amor al prójimo
¿Hay algo para cambiar en el territorio público? ¿Vale la pena accionar en el ámbito de la política? Posiblemente sí, siempre y cuando incluyamos los cambios personales y recuperemos la capacidad de amar al prójimo. El “prójimo” es alguien muy cercano. Es nuestra mascota. Es nuestro hermano. Es nuestro compañero de oficina. Es nuestro hijo. Es nuestra ex suegra. Pero ¿hay que llevarse bien con todo el mundo? No, sería estúpido pretenderlo. Sin embargo, lo que sí podemos hacer es comprendernos y compadecernos del niño que hemos sido. Entonces podremos comprender y compadecer incluso a quienes nos hacen daño, a quienes hoy no nos cuidan, a quienes nos maltratan en la actualidad sin darse cuenta.
Si no asumimos individualmente la responsabilidad de comprendernos y comprender al prójimo, no habrá cambio posible. No hay movimiento político ni régimen gubernamental que haya demostrado jamás, que la solidaridad pueda instalarse de manera sistemática entre los seres humanos a nivel colectivo. No hay cambio político posible si creemos que se trata de pelear contra nuestros contrincantes. Eso no tiene nada que ver con un posible orden amoroso a favor de las comunidades. Las peleas y las “luchas” políticas no le sirven a nadie, salvo a quien necesite alimentarse de alguna batalla puntual o a quienes anhelan detentar más poder para salvarse.
Entiendo que a todos nos interesa aportar un granito de arena a favor de un mundo más amable y ecológico, más solidario e igualitario, más interesado en elevarnos espiritualmente, intelectualmente y creativamente. Para ello, tenemos que comprender que las luchas personales sólo fueron recursos de supervivencia en el pasado, pero que hoy no tienen razón de ser si las comprendemos dentro del contexto de nuestras experiencias de desamparo.
Estoy convencida que las revoluciones históricas se gestan y se amasan adentro de cada relación amorosa. Entre un hombre y una mujer. Entre un adulto y un niño. Entre dos hombres o entre cinco mujeres. En ruedas de amigos. En el seno de familias solidarias. Si no conocemos ninguna, es hora de ponernos esa responsabilidad al hombro. Esta es la ocasión perfecta para detectar los mecanismos de supervivencia que han sido imprescindibles cuando fuimos niños, pero que ahora se han convertido en un refugio caduco. Es momento de utilizar las herramientas con las que sí contamos, comprendiendo y agradeciendo aquello que hemos sabido hacer en el pasado. Ya está. Es tiempo de madurar. Hoy tenemos la obligación de ofrecer nuestras habilidades, nuestra inteligencia emocional y nuestra generosidad al mundo, que tanta falta le hace.
Laura Gutman.
Extracto del libro “Amor o dominación: los estragos del Patriarcado” de próxima aparición.
Si usted quiere leer y reenviar el artículo en inglés, haga clic aquí
miércoles, 8 de agosto de 2012
Nueva ley de Obstétricas: el parto en casa, "moda de elite, de ricos y famosos"
martes, 7 de agosto de 2012
Semana Mundial de la Lactancia Materna 2012
El 1 de agosto comenzó la Semana Mundial de la Lactancia Materna, que termina mañana.
En ese marco, en Telefe entrevistaron a la Lider de la Liga de la Leche de San Isidro, Cecilia Karplus, y a Camila, que fue mamá por segunda vez recientemente, y que tiene mucha experiencia en dar la teta.
Amamanté a Joaqui hasta los 3 años y cuatro meses, a Emma hasta los dos años y cuatro meses (con ambos fue un destete pactado, pero que se dió muy relajadamente, y los desteté estando embarazada de más de 20 semanas), y sigo dando la teta a Maite, de un año y 3 meses, y pienso seguir por lo menos hasta los dos años, y luego iremos viendo como nos vamos sintiendo las dos.