domingo, 28 de septiembre de 2008

Christine, Liliana y Silvina dieron a luz

Nació Michelle, la beba de Christine





Christine estaba con reposo por amenaza de parto prematuro desde hacía unos 10 días.


El 23 de septiembre por la noche, me mandó un artículo por mail sobre Francoise Dolto, que proximamente publicaremos en este blog.


Al día siguiente, recibí un mensajito de texto en mi celular mediante el cual Chris nos contaba que había nacido Michelle.


Más tarde, recibí el mail de Raquel, donde nos contaba que a las 23 hs. había ido a verla Edith (la otra partera del equipo) y la había encontrado con 6 cm de dilatación.


Michelle nacio a las 00.45 hs del 24 de septiembre, en el Hospital Italiano, con 2,400 kg.


El parto fue rápido, no hubo tiempo de episiotomías ni peridural, pero según pude saber más tarde por Chris, tuvieron que pagar bastante caro el atrevimiento de haber intentado un parto natural, y los maltrataron bastante con relación a la beba: llevandosela para controles, pinchandola y buscandole permanentemente la quinta pata al gato para no darles el alta...


Por suerte ya están en casa, la gorda está perfecta y Chris super felíz estrenandose como mamá.


BIENVENIDA MICHELLE!!!

FELICIDADES CHRISTINE Y SERGIO!!!










El nacimiento de Santiago



Santiago, el bebé de Liliana, nació el 26 de septiembre en un parto "laborioso", según textuales palabras de Raquel.



El parto fue en su casa, acompañada de su maridoMartín, Edith y Gabriela.



Santiago pesó 3,970 kg. y nació aproximadamente a las 11.50 hs. de la mañana.



Lili ya nos contará la experiencia minuto a minuto para publicarla en el blog.




BIENVENIDO SANTI!!!

FELICIDADES LILI Y MARTIN!!!





Finalmente nació Sabrina, la beba de Silvina

Fue ayer, 27 de septiembre, por cesarea.
Sil tenía una cesarea previa, ya estaba de más de 41 semanas de gestación, y si bien habían intentado inducir con prostaglandinas, el parto no se desencadenaba.
Silvina es de Lincoln, vino a Buenos Aires especialmente para tener a su beba de forma respetada, así que cada día que pasaba aquí era un gasto extra para ella y su familia.
Así es que decidieron optar por una cesarea, que se llevó a cabo ayer, y Sabrina nació aproximadamente a las 16 hs.
Esperamos tener fotos pronto, para presentarla en sociedad.

BIENVENIDA SABRI!!!
FELICIDADES SIL Y FLIA!!!



sábado, 20 de septiembre de 2008

Nacio la beba de Nati

Ema, la beba de Nati, nació el viernes a las 12:45 hs.

La felíz mamá nos contó que fue un parto hermoso, en su casa, acompañada de su marido Gonzalo, Sandra y Ale. Prometió contar los detalles proximamente.
Y con solo ver la mirada de felicidad de Nati en la foto y la serena carita de Ema, nos damos cuenta de que fue un parto increíble...

BIENVENIDA EMA!!! FELICIDADES NATI, GONZALO Y VERA!!!

sábado, 13 de septiembre de 2008

Ha parido Lore

Raquel y Lore, hace poco más de dos semanas.

Acabo de recibir un mail de Christine, contandonos que ha parido Lorena.

Tenía FPP para fines de octubre, pero su bebito ha decidido nacer antes.

No sé bien si fue ayer o hoy, solo sé que fue parto normal, que ha sido rapidísimo (como ya todas suponíamos), que casi lo tiene en el taxi, que ha sido un varoncito, y pesó 2,500kg, un excelente peso para un bebito de solo 34 semanas!!

No veo la hora de saber un poco más!!!

FELICIDADES LORE Y FAMILIA!!!

BIENVENIDO CHIQUITIN!!!!

viernes, 12 de septiembre de 2008

Articulo recomendado en Atraviesa el espejo

"Centrarnos en la experiencia de estar juntos". Así ha titulado la psicologa Violeta Alcocer al nuevo artículo publicado en su blog, al que pueden acceder clickeando aquí.
Todos los padres deberíamos leerlo. No una, sino varias veces, hasta que lo interioricemos bien. Porque si bien es algo sencillo de hacer... nos cuesta tanto!!!
Espero que lo disfruten, a mí me ha parecido simplemente excelente.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Premios Ortega y Gasset: foto ganadora y discurso del periodista


Estimados miembros del jurado, señoras y señores:
Es para mí un gran honor recibir el Premio Ortega y Gasset de Fotografía convocado por El País, diario donde publiqué mis fotos iniciáticas de América Latina en la década de los ochenta y mis mejores trabajos realizados en diferentes conflictos del mundo durante la década de los noventa, muy especialmente las fotografías que tomé durante el cerco de Sarajevo.
Es un gran honor porque varios de mis mejores amigos a los que respeto profesionalmente pertenecen a la plantilla de este diario. Queridos Ramón Lobo, Guillermo Altares, Miguel Ángel Villena, Jorge Marirrodriga, Francesc Relea, Miguel Gener, Alberto Ferreras, Gorka Lejarcegui, incluso tú querido Alfonso Armada, a los que he nombrado y a los que tengo en mi mente, a todos vosotros que me apoyasteis en los momentos más duros os dedico este premio de todo corazón.
Quiero dar las gracias a los responsables de Heraldo de Aragón, del Magazine de La Vanguardia y la Cadena Ser por respetar siempre mi trabajo como periodista y permitir que los protagonistas de mis historias, tantas veces seres humanos extraviados en los desaguaderos de la historia, tengan un espacio donde llorar y gritar.
No quiero olvidar a las organizaciones humanitarias Intermon Oxfam, Manos Unidas y Médicos Sin Fronteras, la compañía DKV SEGUROS y a mi editor Leopoldo Blume por apoyarme sin fisuras en los últimos doce años y permitir que el proyecto Vidas Minadas al que pertenece la fotografía premiada tenga vida propia y un largo recorrido que puede durar décadas.
Señoras y señores, aunque sólo tengo un hijo natural, Diego Sánchez, puedo decir que como Martín Luther King, el gran soñador afroamericano asesinado hace 40 años, también tengo otros cuatro hijos víctimas de las minas antipersonas: la mozambiqueña Sofia Elface Fumo, a la que ustedes han conocido junto a su hija Alia en la imagen premiada, que concentra todo el dolor de las víctimas, pero también la belleza de la vida y, sobre todo, la incansable lucha por la supervivencia y la dignidad de las víctimas, el camboyano Sokheurm Man, el bosnio Adis Smajic y la pequeña colombiana Mónica Paola Ojeda, que se quedó ciega tras ser víctima de una explosión a los ocho años.
Sí, son mis cuatro hijos adoptivos a los que he visto al borde de la muerte, he visto llorar, gritar de dolor, crecer, enamorarse, tener hijos, llegar a la universidad.
Les aseguro que no hay nada más bello en el mundo que ver a una víctima de la guerra perseguir la felicidad.
Es verdad que la guerra funde nuestras mentes y nos roba los sueños, como se dice en la película Cuentos de la luna pálida de Kenji Mizoguchi.
Es verdad que las armas que circulan por los campos de batalla suelen fabricarse en países desarrollados como el nuestro, que fue un gran exportador de minas en el pasado y que hoy dedica muy poco esfuerzo a la ayuda a las víctimas de la minas y al desminado.
Es verdad que todos los gobiernos españoles desde el inicio de la transición encabezados por los presidentes Adolfo Suarez, Leopoldo Calvo Sotelo, Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero permitieron y permiten las ventas de armas españolas a países con conflictos internos o guerras abiertas.
Es verdad que en la anterior legislatura se ha duplicado la venta de armas españolas al mismo tiempo que el presidente incidía en su mensaje contra la guerra y que hoy fabriquemos cuatro tipos distintos de bombas de racimo cuyo comportamiento en el terreno es similar al de las minas antipersonas.
Es verdad que me siento escandalizado cada vez que me topo con armas españolas en los olvidados campos de batalla del tercer mundo y que me avergüenzo de mis representantes políticos.
Pero como Martin Luther King me quiero negar a creer que el banco de la justicia está en quiebra, y como él, yo también tengo un sueño: que, por fin, un presidente de un gobierno español tenga las agallas suficientes para poner fin al silencioso mercadeo de armas que convierte a nuestro país, nos guste o no, en un exportador de la muerte.
Muchas gracias
GERVASIO SÁNCHEZ

domingo, 7 de septiembre de 2008

Gracias.

Grupo ACE FPP sept. a nov. 2008.
De arriba a abajo y de izquierda a derecha: Josefina, Christine, Lorena, Raquel, Naiqué, Silvina, Natalia y Liliana.


Hace dos meses y medio tuve mi primer clase de Abordaje Corporal Emotivo. Recuerdo muy bien que aquella noche, mientras cenaba con Hernán, le comentaba lo "rara" que me había sentido en medio de ese grupo de panzonas, que se dejaba llevar por la música, mientras yo me sentía totalmente como sapo de otro pozo.

Las clases fueron pasando, fui conociendo al resto de las chicas, las barreras fueron cayendo, poco a poco con algunas, más rapido con otras, pero cayendo al fin, con todas.

Hoy, dos meses y medio después, empezamos una nueva etapa: Natalia y Silvina ya están próximas a parir. El grupo comenzará, de a poco, a disolverse. A medida que damos a luz a nuestros niños, iremos siendo cada vez menos. De a poquito, cada una volverá a su rutina, seguramente no la que nos era habitual, porque habrá una nueva personita en nuestras vidas, pero volveremos a nuestra cotidianeidad.

Y voy extrañar los lunes. Muchísimo.

Las primeras clases fueron extrañas. No estoy acostumbrada, en mi vida diaria, a "dejarme llevar"... y de eso se trata la propuesta de Raquel: una consigna, cada una la interpreta, y la hace "como la siente"...

A veces era cerrar los ojos y dejarnos llevar por la musica... otras era explorar nuestros cuerpos embarazados, reconocer nuestros cambios y los cambios en las demás... A veces saltabamos por el salón, otras nos quedabamos estáticas, y otras tantas nos relajabamos en el suelo... Utilizamos todos nuestros sentidos... Nos comunicamos entre nosotras a través de la palabra, pero más aún a través de las miradas y de los gestos... Conducíamos, y nos dejabamos conducir... Hubo momentos para la risa, para el juego, para el relax, y también para el llanto... Hubo tiempo para sentirnos niñas otra vez, y tiempo para sentirnos diosas pariendo... Hubo tiempo para pensar en nuestro yo interno, y tiempo para pensar en la personita que llevamos dentro.

Nos fuimos fusionando como grupo, nos fuimos entendiendo y comprendiendo. Cuando se unieron Naiqué y Silvina, las dos ultimas en entrar, captaron la onda enseguida, nada se vio alterado, fue como si hubieran sido parte desde el primer momento.

Poco a poco aprendí a dejarme fluir... fluir mi cuerpo y fluir tambien mi mente... aprendí a transportarme en tiempo y espacio... aprendí a escuchar y sentir mi cuerpo, y me sorprendí encontrando dentro de mí esa mujer primal, puro instinto, que todas tenemos dentro, pero que nuestra culturización nos hace relegar a algún lugar olvidado.

Cada una de nosotras llegó con su historia a cuestas, con sus miedos, con sus dudas, con sus limitaciones personales. Todas llegamos buscando algo. Y creo que hablo por todas al decir que lo hemos encontrado.

Y la que nos fue abriendo el camino, mostrando cada recoveco, echando luz en las sombras, fue Raquel.

Raquel y su mirada atenta, puesta en todas y cada una de nosotras.

Ese tecito entre amigas, con budín, biscochos y galletitas. Y la devolución final que te dejaba pensando... esa devolución final que a mí hasta me ha dejado alguna vez dando vueltas en la cama, sin conciliar el sueño.
Porque eso que nosotras callamos, nuestro cuerpo lo grita, y Raquel lo ve, lo recoje y nos lo muestra. Luego cada una de nosotras decidía cuanto reflexionar sobre esa devolución... pero el hecho es que ya estaba ahí, no podíamos hacernos las tontas. Podíamos, sí, elegir ignorarla, pero en todo caso esa sería una elección consciente... Y creo que, al menos las que hemos llegado hasta esta instancia, lo hemos logrado porque logramos transformar esa sombra en algo que nos fuera util.
Tengo la certeza de que todas tendremos unos partos maravillosos. Diferentes entre sí, como somos de diferentes unas de otras, pero que traeremos a nuestros hijos al mundo de la mejor manera posible, poniendo no solo el cuerpo, sino también el corazón y el alma.

Chicas, sólo me queda agradecerles.

Chris, por poner palabras a cosas que yo también sentía, expresándolas mejor que yo, aunque el español no sea tu primera lengua.

Nati, porque a través de tu experiencia, pude vivenciar que otra forma de parir y otra forma de nacer es posible.

Lili, porque tus lágrimas fueron el preludio para que yo pudiera dejar aflorar las mías.

Lore, porque con solo mirarte me invitabas a la risa, a ser niñas otra vez y a divertirnos dejandonos fluir en la música.

Naiqué, porque es admirable que a pesar de ser la más joven del grupo, y ser este tu primer embarazo, lo estás encarando con una seguridad en vos misma y una fortaleza que ya quisiera haber tenido yo cuando esperaba a Joaquín.

Sil, porque a pesar de ser la última en incorporarse al grupo, te sentí desde el primer día como siempre hubieras estado allí. Estoy segura que vas a lograr ese PVDC que tanto deseas.

Y finalmente a vos, Raquel, NUESTRA Raquel. Que puedo decir? Si ya te sentía mi partera desde que leí el parto de Laura Gutman!!! Si no tuve ninguna duda de que era con vos con quien quería preparar este nacimiento desde la primera vez que te escuché hablar en Liberparto!! Si ya en el primer encuentro, hace mucho más de un año, supe que entre nosotras había una conexión!!
Siento que sos parte fundamental de este camino recorrido, parte fundamental de que pueda darle a Emma el nacimiento que no pude darle a Joaquín...
Porque vos no sos solo nuestra partera, sino mucho más que eso. Sos en cierta forma como una madre. Sos la mujer sabia, la que nos conduce a esa madre entrañable de la que habla Casilda, la que nos reencuentra con nuestro poder femenino y nos devuelve la seguridad de que podemos parir, solo tenemos que creer en nuestros cuerpos y en nosotras mismas.
Porque sos una partera de alma y de raza, que es lo que este mundo está necesitando. No parteras que te pongan la vía y te indiquen como respirar y cuando pujar, sino mujeres que ayuden, acompañen y guíen a otras mujeres a confiar en sí mismas, en lo femenino. Mujeres sabias que nos devuelvan el poder perdido.
A todas, GRACIAS. Porque estoy segura que Emma tendrá una hermosa llegada al mundo, y cada una de ustedes forma parte de este camino hacia ese nacimiento.

Que voy a hacer sin los lunes!!!



sábado, 6 de septiembre de 2008

Un niño de 3 años sabe muchas cosas

Clickeando en el titulo de la entrada pueden acceder al artículo original, publicado en Critica Digital, de Lanata.
A mí me ha parecido excelente, podría haberlo escrito yo misma.
Solo hubiera agregado que mi Joaquín de 3 años sabe que hay bebés que nacen en un sanatorio, pero que su hermanita nacerá en casa... que mamá tendrá que hacer mucha fuerza para ayudarla a nacer, como cuando uno hace caca, y que duele, pero luego todos estaremos muy contentos con Emma en brazos... que a lo mejor podrá volver a tomar la teta, aunque ya no es bebé, como no se cansa de decir... que de todas formas, hay bebés que por algún motivo no toman la teta...
Los dejo con el artículo. Espero que lo disfruten.

(Aclaro, porque puede darse a confusión, NO lo escribí yo).

Sociedad

CONTRATAPA
Un niño de 3 años sabe muchas cosas
Que el sol es de fuego, que la Luna queda lejos. Todavía no distingue a quién quiere embaucarlo. Pero denle tiempo, porque el niño sabe. Por Josefina Licitra.

07:26
Josefina Licitra
27.08.2008
Sabe que hay animales que comen plantas y otros que comen carne, y que los elefantes –aunque no comen carne– son peligrosos porque pueden pisotearte sin querer: una forma de enterarte de que los buenos también son capaces de hacer daño.

Sabe que su color preferido es el rojo, que preferido es igual que favorito, y que favorito es lo que más les gusta a las personas sobre la faz de la tierra. Le enseñaron que vive en el planeta Tierra, en el país Argentina, en la calle Ramón Falcón.

Que las calles se cruzan cuando enciende el color verde y que adentro de los autos hay que usar el cinturón. Cuando pasa por su esquina, un niño de tres años es capaz de distinguir a un policía de una puta: la puta tiene tetas grandes y sonríe cuando el niño la saluda. El policía, bueno, el policía sólo hace caritas en las propagandas sobre el tránsito: sabe entonces un niño, a los tres años, que lo que dice la tele puede no ser cierto y que mirar la tele es, en última instancia, un ejercicio de fe. Uno elige en qué creer y entonces él confía en la existencia de Pucca, Kung Fu Panda, los Backyardigans y Marcelo Tinelli.

Después de confiar, pide productos. Y entiende, o al menos va entendiendo, que el precio de tener algún juguete suele ser perversamente alto: los juguetes se compran con dinero, el dinero se compra con trabajo de sus padres y el trabajo significa que ese niño, durante varias horas, a lo largo de muchos días, está sin sus papás. Así aprende el niño que la felicidad se paga. Pero aprende, antes que nada, que a veces es buen negocio pagarla.

Un niño de tres años percibe que las personas y los animales mueren. No queda claro cómo es que lo advierte porque los padres se empeñan en mentirle, pero él un día se tira al piso y grita “me morí”, y con sólo gritarlo está diciendo que él sabe, o presiente, que hay cosas que los padres le ocultan.

Sabe que el sol es de fuego, que la Luna queda lejos y que hay lugares a los que nunca se llega.

A los tres años, un niño tiene claro que no quiere ser viejito. Quiere ser grande pero no viejito, porque los viejitos se ven –el niño se encorva– así. Y nadie, ni siquiera un niño –sobre todo un niño– quiere verse así.

También sabe que hay otros niños que mueren. Una vez, por descuido, vio la imagen de una criatura ensangrentada por las bombas y sus padres apagaron la pantalla, pero ya era tarde: la imagen para siempre, en la pupila del niño.

–El nene estaba dormido –mintió la madre.
–No. Estaba muerto –dijo el niño.

Un niño a los tres años sabe decir “está muerto” aunque no sepa qué es la muerte. Como los adultos, como todos los que estamos vivos.

Hay, por otro lado, cosas que un niño, a los tres años, no sabe. No sabe decir “creo en Dios” porque ni siquiera sabe decir “Dios”.

No le contaron que en las reuniones sociales hay que deslizar que se leyó a Houellebecq. No tiene idea de cómo se hacen los bebés –y menos de por qué–, y tampoco sospecha que su mamá lloró en la ducha el día de su tercer cumpleaños: un llanto de felicidad, que no es otra cosa que la cara más amable de la desesperación.

No sabe fingir, un niño de tres años. No le sale la impostura y las mentiras se le vuelven carteles en los ojos.

Tampoco intuye que la mayor parte de las propagandas, las revistas, los programas infantiles y los espectáculos de las vacaciones de invierno lo trataron y lo tratan como si él fuera eso: un exhibidor de carteles, alguien que no sabe. Una criatura que sólo tiene cabeza para elegir –como muestra Territorio Kids: el primer blog creado por el marketing para saber qué colocarle a qué niño– si son mejores las Barbies o las Bratz, o si es preferible el batido Chocolek con gusto a vainilla o con gusto a galleta.

El niño todavía no sabe distinguir quiénes quieren embaucarlo y quiénes no.

Pero denle tiempo, porque el niño sabe mucho.

Sabe, por ejemplo, que se llama Joaquín. Y saber su nombre, a esta altura, es más importante que saberlo todo.

viernes, 5 de septiembre de 2008

La historia de las cosas

Hoy me enviaron, 4 personas distintas, este excelente video, que explica claramente porqué el mundo (y la gente) está como está. Está en 3 partes. Cuando terminen la primera, debajo podrán ver un cuadro donde dice "Parte 2/3" y otra "Parte 3/3, para poder verlo completo. Es un poco largo, pero les aseguro que vale la pena.


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