jueves, 27 de enero de 2011

Dejando los pañales?


Si bien Emma es aún pequeña (2 años) y no tenemos apuro alguno, ya está incursionando en el intento de dejar los pañales, y con bastante éxito, debo decir.
Ella solita empezó, un día, a identificar el momento en que hacía pis, a pesar de que seguía haciendo en el pañal. Yo supongo que, gracias a los pañales de tela, siente un poco más la sensación de "estar mojada" que con los descartables, y por eso empezó a identificar el momento de hacer pis tan pronto.
Como estamos en verano, aproveché para empezar a dejarla mas tiempo desnuda. Se necesitaron muy pocos días para que se negara rotundamente a ponerse pañales, se los sacara sola y hubiera que correrla por toda la casa para convencerla de ponerse el pañal nocturno (que no pienso retirar por el momento).
Hace ya casi un mes que practicamente está sin pañales, y me sobran los dedos de una mano para contar los "accidentes". Es cierto que muy pocas veces ha pedido ella para ir al baño, la mayoría de las veces yo le pregunto si quiere ir, dice que sí y se sienta en su pelela, y dice que no, en cuyo caso le vuelvo a preguntar al rato (a no ser que hayamos tenido algún "accidente" en el medio).
Incluso salimos sin pañales, y hasta ahora, estando fuera de casa, solo una vez se hizo pis encima, en lo de mi cuñada, y porque estaba super divertida y no quería saber nada con ir al baño.
La caca ya es otra historia. Avisa cuando está haciendo o cuando ya se hizo, y encima esta en una etapa de apego profundo con sus necesidades escatologicas: no quiere saber nada de limpiarse.
Pero, aunque me gustaría que deje los pañales ahora, para no tener dos niños con pañales en unos meses, la realidad es que no tenemos apuro alguno.
Soy consciente de que, aún en el caso de que deje los pañales, puede que vuelva a necesitarlos cuando nazca el bebé, o cuando llegue el invierno. Y si es así, no hay ningún problema, volveremos a ponerlos y listo!
De hecho, Joaqui tuvo un mini intento de dejar los pañales a los 2 años (aunque no fue tan marcado como está siendo el de Emma), y finalmente los dejó un año después, sin traumas ni complejos (de hecho dejó el de día y de noche casi al mismo tiempo, con apenas unas semanas de diferencia).
Y con el bebé en camino, me estoy planteando seriamente intentar la Comunicación de la Eliminación, aunque ese será motivo de un post aparte.

Edito para agregar lo siguiente:
Me quede pensando, luego de publicar el post, algunas cosas que son importantes tener en cuenta:
1- "Dejar" el pañal no es lo mismo que "sacar" el pañal. Yo a Emma la dejo desnuda, pero si pide pañal (lo que hasta ahora no ha sucedido) se lo pondré de inmediato. Al dejar el pañal, es el niño el que marca el ritmo, cada uno a su edad, y a cada uno le llevará el tiempo que necesite. Al sacar el pañal, es el adulto el que marca el tiempo al que, sin remedio, el niño debe ajustarse, esté preparado o no, lo que genera ansiedad en el adulto y presión en el niño.
2- Como dije antes, cada niño es distinto, y no hay obligación alguna de que a los dos años deban dejar los pañales (si bien esta parece ser la "norma general" que la sociedad parece dictar). Algunos niños lo harán a esa edad, y otros no se encontrarán listos hasta los 4 años o un poco más. Y es perfectamente normal a cualquiera de estas edades.
3- Al ser un aprendizaje, es lógico que el niño no deje de un día para el otro, que se olvide, que tenga escapes, o que controle por ejemplo el pis pero no la caca, o controle de día pero no de noche. Hay que tener mucha paciencia.
4- Dejar el pañal es un proceso neurológico que cada niño debe hacer cuando esté listo. Y lo más importante: no es un proceso lineal. Al contrario de lo que comunmente se dice, de que no hay que volver a poner los pañales una vez que el niño ha estado sin ellos, esto no es así. Como adultos, debemos ser flexibles y respetuosos. Si nuestro hijo necesita volver a usar el pañal, no pasa nada por volver a ponerlo. Al igual que caminar, hablar, etc, todo niño sano dejará los pañales cuando esté listo para hacerlo.

domingo, 16 de enero de 2011

La lactancia de Emma


Luego de un breve descanso de 4 meses entre que Joaqui se destetó y el nacimiento de Emma, volví a ser una madre lactante.
Emma se prendió desde el principio muy bien al pecho, y por suerte no tuve grietas ni congestión mamaria. Claro que esta segunda experiencia de lactancia me encontraba con muchísimo más conocimiento, y más segura de mi misma en mi rol de mamá.
La gorda empezó a comer a los 5 meses, cuando se lanzó solita sobre una banana que comía el hermano. Y ahí empezamos con la AC, sin ningún tipo de problema. Emma siempre (aún hoy) fue de muy buen comer, le gustan los sabores y las texturas aunque sean raras, cosa extraña en una niña tan pequeña.
Desde que empezó a comer, perdió bastante interés por el pecho, aunque seguía tomando (unas 3 tomas diarias a partir del año). Pero no tenía ese apego por el pecho que sí tenía Joaqui.
Cuando supe que estaba embarazada decidí que, de ser posible, quería hacer tandem, porque a pesar de que Emma tomaba poco pecho la veía aún muy pequeña para destetarla completamente.
Hasta ahora, ha sido duro. Con altos y bajos, pero está visto que dar el pecho embarazada no es lo mío. Los primeros meses está todo bien, pero luego empiezo a tener mucha sensibilidad en el pecho, me duele, me incomoda, me molesta... ya no disfruto la lactancia como antes de quedar embarazada.
Sin embargo, opté por intentar seguir dandole teta.
Pero alrededor del 5to mes de embarazo noté que ya no tenía ni una sola gota de leche. Si bien Emma seguía succionando, yo intenté todas las formas de extracción posibles, y no salió ni una sola gota. Y el tipo de succión de la gorda era del estilo de lo que se llama "succión no nutritiva": succiones cortitas y en las que no se percibe que el bebé esté tragando.
Me puse triste, desilusionada, porque realmente quería hacer tandem, pero si no tenía leche, seguro que Emma se destetaría en breve... De todas formas, decidí que si ella seguía pidiendo, le seguiría dando.
Así hemos seguido las ultimas semanas: Emma a veces pedía, a veces pasaba uno o dos días sin acordarse. Yo no he ofrecido, y alguna que otra vez que me ha pedido, me he negado y le he ofrecido otra cosa a cambio: agua, caricias, juego...
Y cuando creí que ya se destetaba... apareció el calostro!!
A Emma no parece molestarle el sabor. Sigue pidiendo día sí día no, y si bien a mi esta etapa de la lactancia se me sigue haciendo muy cuesta arriba, trato de darle aunque sea un ratito.
De todas formas, y luego de la experiencia de destete con Joaqui, creo que Emma y yo ya estamos llegando al fin de esta etapa, y no creo que hagamos tandem, y si llegamos a hacerlo, no creo que sea por mucho tiempo.
Ya veremos... de todas formas, pronto tendré otro niño para amamantar ;-)

domingo, 9 de enero de 2011

Newsletter Laura Gutman Enero 2010


La privación del placer y la violencia

La privación del placer físico sensorial durante la primera infancia, es la principal causa de la violencia social. La violencia en gran escala sólo acontece en las culturas y comunidades en las que somos represivos con los niños y por supuesto en las que también reprimimos la vida sexual en general. Lamentablemente tengo la sensación que aún no estamos listos para mirar de frente la sistematización del abuso, porque tendríamos que cuestionar el surco completo con la lógica que lo sostiene para percibir el autoritarismo, el maltrato y la dominación de los más fuertes sobre los más débiles. Esta organización la ha sistematizado el patriarcado, con el objetivo de dominar y acumular bienes. Las guerras son parte necesaria de este sistema que es obligatoriamente fratricida, es decir, necesita que los hermanos nos matemos unos a otros con el fin de obtener territorio, ganancias o poder. Para ello, precisamos generar guerreros, es decir, seres insensibles y capaces de matar. Eso es algo muy fácil de lograr: simplemente negándoles a los bebes y niños pequeños el cuerpo materno y el placer que ese contacto conlleva. Si el niño sufre en la medida suficiente, luego será capaz de reaccionar con ira para lastimar y dominar a otros.

Ahora bien, el amor es fundamental. Un bebe que no ha sido “humanizado” a través de la sustancia materna al inicio de su vida, va a padecer un proceso de “deshumanización” con las consiguientes reacciones agresivas, ya que aprendió a adaptarse a un entorno carente en términos afectivos. Cada experiencia de vacío afectivo que sufre un niño humano, se suma a otras experiencias de muchos otros niños que se encuentran en las mismas condiciones, hasta que esa desesperación se plasma en una escala colectiva.

Por otra parte, los tiempos modernos nos juegan en contra. Las mujeres creemos que estamos accediendo finalmente a nuestra tan ansiada libertad -después de siglos de sometimiento al varón- por el hecho de trabajar y ganar dinero y que ésta es una victoria del género femenino. Sin embargo, podemos acceder a puestos de poder político o económico, pero si las mujeres seguimos caminando por el surco ciego de la represión y las limitaciones del amor primario, si no reconocemos la dureza que paraliza nuestro cuerpo, si no estamos dispuestas a escuchar nuestros latidos uterinos, si no ofrecemos nuestros pechos y nuestros brazos para el cobijo de la cría; entonces continuaremos siendo artífices indispensables de la violencia en el mundo. Porque resulta que sin amor primario no hay libertad. Sólo hay miedo y compensaciones desesperadas. Las mujeres somos la bisagra entre el pasado de represión, oscurantismo y odio; y el futuro que deseamos de movilidad, libertad y búsquedas creativas. Somos las mujeres quienes tendremos que comprender la relación directa que hay entre el amor primario y la libertad. Entre la represión del amor y la violencia.

Laura Gutman

viernes, 7 de enero de 2011

Estreptococo Grupo B, por el Dr. Emilio Santos Leal


Limitar los efectos del Estreptococo: cómo evitar que cause infección al bebé

por Dr Emilio Santos Leal, Medico Ginecólogo, Madrid

"El Mundo de Tu Bebé", 207, Septiembre 2010


El Estreptococo Agalactiae es una especie bacteriana. También se conoce como Estreptococo grupo B, aunque este nombre es menos especifico porque hay otros estreptococos del grupo B que no son el Agalactiae. Está presente en el intestino delgado en casi todas las personas, pero se muere por acción de la bilis, por lo que sólo está presente en el colon en una de cada cuatro personas. Cuando está en el colon suele estar también en el recto y en los genitales. Por ello se encuentra en la vagina de una de cada cuatro mujeres. Se considera un germen normal de la flora vaginal; no es una infección que pueda afectar a un adulto que esté colonizado y no hace falta tratamiento; es una especie bacteriana más de las que forman la flora habitual vaginal.

Muchas de las mujeres que tienen este germen en su vagina lo pasan al recién nacido, pero en la mayoría de los casos se queda en la piel y no le causa ningún daño. Sin embargo, aproximadamente en uno de cada 500 partos en los que la madre tenía Streptococo Agalactiae, no sólo coloniza la piel del bebé, sino que pasa a sus pulmones y origina una neumonía: el estreptococo invade las células de los alveolos pulmonares; y de ahí pasa a la sangre, causando septicemia. En un adulto no ocurriría esta septicimia; el Estreptococo quedaría en los pulmones como neumonía, que se curaría sin pasar a la sangre. El paso a la sangre en los recién nacidos se produce porque estos, a diferencia de los adultos, no tienen en sus alveolos unas células defensoras llamadas macrófagos (células que se "comen" a las bacterias). También puede ocurrir la neumonía por Estreptococo Agalactiae en ancianos, ya que estos tienen un sistema inmunológico más débil.

Hay dos momentos en que puede aparecer la sepsis en el recién nacido: 1) cuando aparece en la primera semana se llama sepsis precoz y 2) cuando aparece después, dentro de los tres primeros meses, se llama sepsis tardía; el tratamiento de la sepsis tardía es más prolongado. Son algo diferentes porque en la sepsis precoz suelen predominar los síntomas de neumonía: síntomas respiratorios, mientras que la tardía suelen predominar los síntomas de meningitis: los síntomas neurológicos. Los síntomas principales son:

  • falta de perfusión sanguínea en la piel,
  • dificultad o escasez repiratoria
  • letargia (se mueve poco)
  • irritabilidad,
  • moteado de puntos rojos en la piel,
  • falta de interés en alimentarse (deja de mamar),
  • fiebre

Cualquier recién nacido con alguno de estos síntomas debe ser visto por un pediatra con urgencia. En algunos casos raros, la sepsis es "más precoz" aun y entonces este gérmen puede causar un aborto tardío (bebé que se muere dentro del útero en torno a los 4 meses de embarazo o después). Realmente es una causa poco frecuente de aborto, pero hay que pensar en ello cuando se ha producido un aborto en el segundo trimestre.

Dada la gravedad de la sepsis del recién nacido, se han buscado formas de disminuir su incidencia. Así, los pediatras, asignan un grado de riesgo a cada bebé que nace. Consideran que un recién nacido es de "riesgo" cuando tiene uno de los siguiente factores de riesgo de infección:
  • cuando es pretérmino
  • cuando la madre estuvo más de 24 horas con la bolsa rota en el parto,
  • cuando la madre tuvo fiebre en el parto
  • cuando la madre había tenido otro hijo anteriormente con infección
  • cuando la madre tenía factores de riesgo y no recibió antibiótico con antelación de más de 2 horas.

En estos casos "de riesgo" los pediatras hacen un seguimiento exhaustivo al recién nacido durante las primeras 12 horas, mirando cada hora o cada dos horas el estado general, el movimiento del pecho en las respiraciones, el aleteo nasal, la piel para confirmar que existe buena perfusión, la forma de mamar, el tono muscular, la temperatura, la frecuencia cardiaca y la frecuencia respiratoria. Los pediatras tienen criterios para seleccionar casos de "alto grado de riesgo"; a efectos de entender fácilmente estos criterios, aunque no es exacto, podemos considerar que consideran alto grado de riesgo los casos en que existen, no solo uno, sino dos de los anteriores factores. En estos casos toman muestras para cultivo del germen en distintos sitios (sangre, piel, ombligo, oidos) y mientras aparecen los resultados, comienzan la administración de antibióticos.

Por su parte, el ginecólogo tambien ha pasado a tener un papel en la reducción de esta grave enfermedad. La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, recomienda un protocolo de detección consistente en lo siguiente:

  1. todas las mujeres embarazadas cuando les queda un mes para la fecha probable de parto, se hacen una toma de exudado de flujo vaginal; algunos ginecólogos, en un ánimo de abarcar más casos, hacen la toma también en el recto y algunos, incluso, hacen una toma previa a la mitad del embarazo;
  2. este exudado de flujo vaginal se envía al laboratorio, donde se cultiva y se observa si ha habido crecimiento del Estreptococo Agalactiae; si se hicieron varias tomas, se considera positivo con una sóla en la que el resultado fuera positivo.
  3. si no creció nada, no se hace nada; si crecieron otros gérmenes, no suele hacer falta tampoco hacer nada; si crecieron hongos, en la siguiente visita se le preguntará a la mujer si tiene picor en la vagina y, si lo tiene, se administrará una dosis vaginal de antifúngico.
  4. si crece Estreptococo Agalactiae, esa mujer cuando esté de parto (contracciones regulares y dilatación de más de 3 cm) comenzrá a recibir una dosis de antibiótico intravenoso cada 4 o 6 horas, hasta el nacimiento del bebé.

Este protocolo de screening generalizado se realiza en España, al seguirse la pauta utilizada en Estados Unidos y Canadá. Sin embargo no se realiza en la mayoría de los países del norte de Europa. ¿Por qué?. Porque en los países del norte de Europa se tiende a hacer lo que se llama medicina basada en la evidencia; la medicina basada en la evidencia significa que sólo se ha de hacer algo si claramente se demuestra que es beneficioso. En Europa del Norte, a diferencia de Estados Unidos, está muy arraigado en medicina el principio de que si algún tratamiento no es claramente beneficioso, entonces puede ser perjudicial. Este es el principio básico de la medicina basada en la evidencia que, en realidad, coincide con el famoso principio de Hipócrates. Hipócrates fue un médico de la antigua Grecia, a quien se considera el padre de la medicina. Pues bien, el principio de Hipócrates decía: "Primum non nocere", que quiere decir, "lo primero no hacer daño".

La cuestión es que la aplicación de este protocolo de screening universal del Estreptococo sí ha demostrado que es útil para que haya menos sepsis neonatales precoces. Pero ha demostrado que no consigue cambiar la incidencia de sepsis tardías. Y también está demostrado que no disminuye las secuelas de estas sepsis ni disminuye el número de bebés que mueren por culpa de estas sepsis. En conclusión: haciéndolo hay menos sepsis, pero las que hay son más graves y al final mueren el mismo número de bebés por culpa de la misma. Realmente no se ha inventado aún un protocolo adecuado que de verdad sea útil en la disminución de las secuelas de las sepsis neonatales. En el Reino Unido, por ejemplo, este cultivo para estreptococo sólo se hace cuando una mujer tiene factores de riesgo, de los cuales el principal es haber roto la bolsa antes del parto. Cuando rompe la bolsa se toma muestra vaginal para cultivo, y si pasan más de 24 horas con la bolsa rota y el cultivo ha resultado positivo se comianza la administración de antibiótico intravenoso hasta el nacimiento; otros factores de riesgo de la madre son los antecedentes de otros hijos que padecieran sepsis o neumonía al nacer.

En resúmen, lo que dice la investigación científica al respecto es lo siguiente:


Esta falta de efectividad de este protocolo se debe posiblemente a varios factores: primero, al administrar antibiótico a tal cantidad de mujeres (una de cada cuatro), los gérmenes en la población van haciéndose cada vez más resistentes a los antibióticos; segundo, hay sepsis por otros gérmenes, no solo por Estreptococo Agalactiale; al tratar con antibioticos didrigidos a este germen, aparece una mayor incidencia de sepsis por Escherichia Coli, por ejemplo.

Pero además, en España o Estados Unidos, al aplicar este protocolo, se está administrando antibiótico en el parto a una de cada 4 mujeres. Y no es completamente inocuo. Trabajos de investigación del departamento de Bromatología de la Universidad Complutense de Madrid están demostrando que la administración de antibiótico durante el parto es un factor predisponente a mastitis del pezón; es lógico: al eliminar gérmenes del cuerpo de la mujer con un antibiótico, se desestabiliza la flora protectora y crecen más gérmenes patógenos. Además, la administración de un antibiótico intravenoso es un factor más que en los hospitales contribuye a la inmovilización de la mujer de parto y a la medicalización del proceso.

Hay medidas de prevención sencillas, de sentido común y que todo profesional debería aplicar, como:

  1. minimizar el número de tactos vaginales en los partos, especialmente cuando la bolsa ya está rota
  2. favorecer al máximo la lactancia materna, fuente fabulosa de anticuerpos defensores, precisamente, contra los gérmenes que la madre pueda llevar
  3. disminuir al máximo el grado de estrés del recién nacido; el estrés es uno de los principales inhibidores del sisteme inmunológico
  4. favorecer que los primeros gérmenes que el recién nacido tome por la boca sean procedentes de la madre; el aparato digestivo es mucho más difícil de traspasar para los gérmenes en su "intento" de llegar a la sangre, y el aparato digestivo está plagado de células del sistema inmunológico que preparan la defensa. Es importante en los recién nacidos que puedan formar adecuadamente su flora intestinal. Antiguamente se creía que había que proteger a lor recién nacidos de todo tipo de gérmenes; hoy se sabe que se debe favorecer que los recién nacidos, mediante la lactancia y el contacto piel con piel, adquieran cuanto antes, los gérmenes que van a formar su flora intestinal y que deben proceder de la piel de la madre, quien en el embarazo y en la lactancia, ha proporcionado al bebé los anticuerpos exactos que necesita para esos gérmenes; son gérmenes amigos que protegen de los enemigos. Hay entornos para el parto donde estos factores se cuidan al máximo, por ejemplo, la asistencia al parto en casa. En este tipo de entornos para el parto, la probabilidad de sepsis neonatal es mucho más rara que en los hospitales.

Hay también "tratamientos naturales" pero a decir verdad no han demostrado su utilidad. Por ejemplo, administrar un ajo intravaginal; el ajo tiene propiedades antibacterianas; la forma de usarlo consiste en atar el ajo con un hilo (para poder sacarlo después) y mantenerlo 24 horas dentro de la vagina; debe dejarse con la piel pues de lo contrario puede ser irritante. Con el ajo no se han realizado estudios de investigación; pero hay que decir que si se han realizado con una pauta del antiséptico clorhexidina (un antiséptico que se puede aplicar en la vagina justo antes del nacimiento) y el resultado es que aparentemente elimina los estreptococos de la vagina pero no es útil para disminuir el número de sepsis.

miércoles, 5 de enero de 2011

Rosca de Reyes


Acá va la receta de la tradicional rosca de Reyes que en Argentina se sirve en el desayuno, luego de abrir los regalitos que sus Majestades dejaron en los zapatos.
Yo hice la masa en el programa de "masa subida" de mi panificadora, y luego armé las roscas y las puse en el horno precalentado a temperatura moderada.

Ingredientes:
  • 35 grs. de Levadura fresca
  • 500 gramos de harina (yo usé ooo pero puede ser oooo)
  • 100 grs. de azucar
  • 3 huevos
  • 1 cdta de sal
  • 120 grs. de manteca
  • 120 cm3 de leche
  • la ralladura de 1 limón.
Preparación:
Entibiar 50 cm3 de leche, disolver en ella una cda. de harina, una cda. de azucar y una cdta. de sal. Desmenuzar la levadura en la leche tibia y dejar levar (yo mezclo todo en un vaso largo, y meto el vaso en una bolsa de plástico para que leve más rapido).
En la maquina de hacer pan poner la harina, los huevos, el azucar, la manteca blanda, la ralladura de limón y lo que resta de leche. Agregar también la levadura ya fermentada. Seleccionar el programa "masa subida" (en mi Moulinex es el programa 13).
Controlar que esté bien de harina, yo tuve que agregarle un poco.
Dejar levar. Cuando la masa ha alcanzado el doble de su tamaño, se divide en dos bollos, se hace un agujero en medio de cada uno (bien grande porque crece), se pone en placas enmantecadas, y se pinta con huevo.
Arriba se le puede poner crema pastelera o glasé (yo le puse glasé y lo espolvoré con azucar impalpable, y le agregué unas almendras).
Para el glasé, solo hay que poner bastante azucar impalpable, agregarle de a poco gotas de agua y de jugo de limón, e ir batiendo hasta que no queden grumos. Se pincela con la mezcla (tiene que quedar especita) y se mete en el horno precalentado unos 20 minutos.
Dejar enfriar, y listo!! A disfrutar!!



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