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martes, 22 de octubre de 2013

Primavera Waldorf

Fiesta de la primavera
Después de participar de la Fiesta de la Luz, hemos comenzado a cobijar en esos días oscuros y fríos la luz que dará nacimiento a nuevas capacidades. Es a la luz de la verdad que pueden surgir las cualidades que hacen de cada ser humano un ser único, capaz de entregar al mundo creativamente, lo mejor de sí.
 La VERDAD, la luz más poderosa, es  la que hace de nuestra alma la tierra más fértil, donde cada semilla sembrada puede crecer. Hemos colocado allí valientemente nuestras dificultades, temores, tristezas…también nuestras fortalezas y dones. Todo ello al llegar los días cálidos comenzará a brotar transformado en esperanzas, en todas las posibilidades que tiene el mundo de ser cuidado por cada persona.
El campo sembrado va a florecer. Eso es lo que festejamos en esta época. Es la fiesta de la alegría, de la gratitud, y también del despertar de la conciencia hacia el cuidado continuo que en este momento de la humanidad se le requiere al hombre.
Despertamos por la mañana con el canto de los pájaros, percibimos la calidez del aire, abrimos las ventanas dejando que la luz y los aromas entren, nos sorprendemos descubriendo brotes nuevos en las ramas que parecían antes tan tiesas.
Una fuerza de resurrección comenzó a transformar la quietud aparente en movimiento y formas nuevas. Esta misma fuerza yace y transforma el alma del ser humano. Los niños vivencian estos procesos también a través de imágenes.
De la misma manera en que el brote irrumpe en la rama, los niños corren por el patio. Hay alegría, gritos, expansión creciente. Se despliegan las alas de las mariposas, y revolotean por aquí y por allá.


Con los niños preparemos esta fiesta recolectando ramas de sauce y flores para tejer coronas, que junto con las frutas de estación, juegos, rondas y canciones, conforman los elementos para celebrar al aire libre, siempre con gratitud y veneración hacia lo recibido por la Madre Tierra.
Se recoge la flor, porque es la entrega que la naturaleza hace al ser humano, con mayor sutileza en belleza. Las frutas (ciruelas, frutillas, etc.) aportan jugos, perfumes, color, sabor, los juegos y cantos manifiestan la explosión de alegría que vive en el aire y en las almas.
Se elige el mes de octubre porque es cuando la primavera está más instalada en nosotros y en todo lo que nos rodea.
La fiesta culmina con un trenzado de brazos y manos entre todos los niños y maestros, que se va formando mientras cantamos. En ese gesto vivenciamos la fuerza que tiene la comunidad cuando se nutre de toda la diversidad, que tiene la imagen de un gran prado florido, con diversos colores y tonos, donde cada uno tiene la posibilidad de “ser” y “ofrecer” lo que es.

Maestros Escuela Perito Moreno

viernes, 13 de septiembre de 2013

Las capacidades de una nueva generación de niños

por Georg Kühlewind


En los últimos diez, veinte años están apareciendo cada vez más niños con déficit de atención (ADD) e hiperactividad. Yo los he llamado “niños estelares” y me gustaría analizarlos más detenidamente en sus rasgos positivos y negativos. Muy poco se sabe aún acerca de los fundamentos antropológicos de esta nueva generación de niños. Por ello muchas veces permanecen incomprendidos. Presumo que en un tiempo no muy lejano, más de la mitad de los niños presentarán un comportamiento anormal, llamativo u original. ¿Pero qué significa, si pasan a ser mayoría? Quiere decir que no existe una norma. Cada niño es como es y así debemos aceptarlo. Si tratamos a un niño atendiendo a sus requerimientos, entonces encontrará su propio camino evolutivo, totalmente individual. Esto constituye una dificultad para la pedagogía: se torna prácticamente imposible la enseñanza frontal de todo un curso. A pesar de que los niños de un tercer o cuarto año de primaria tienen la misma edad cronológica, su madurez por lo general abarca de ocho a trece años, de modo que resulta imposible educarlos con criterios uniformes.
Hay una expresión que caracteriza especialmente a estos nuevos niños: son abiertos. Abiertos significa: no están tan encasillados como nosotros. Como adulto yo no vivencio los pensamientos de mis congéneres, ni tampoco sus sentimientos e impulsos volitivos. En cambio estos niños – así como todos los niños pequeños – vivencian los pensamientos, sentimientos e impulsos volitivos de su entorno, no están separados de la conciencia del mundo circundante. 
Por otro lado tienen una deficiente percepción de sí mismos o “identidad corporal básica”. Eso significa que no se perciben en su corporeidad como las personas normales, sino que se sienten inseguros, no están plenamente encarnados. Naturalmente eso es un impedimento. El aspecto positivo de esta constitución es que estos niños se vivencian en unidad con el mundo, especialmente con el entorno humano. Para entender lo que les pasa, podemos tomar como ejemplo la manera en que un niño aprende a hablar. ¿Cómo sabe un niño pequeño lo que significan las palabras? Para ello recurre ante todo al sentir, que es dominante en los niños pequeños.
En los niños estelares ese predominio se conserva durante mucho tiempo. Por ello son abiertos: porque sienten. Pero sentir no significa para ellos tener emociones como celos, enojo, depresión. Sentir significa: sentir como nosotros percibimos si algo es lógico o no. Yo le llamo “sentir cognoscente” a ese modo de percibir.
La atención de estos niños se extiende a todo el entorno. Tienen una gran capacidad de observación, que no es intelectual, sino que tiene las características de ese sentir cognoscente.


Una inteligencia sensciente
Los niños estelares tienen una inteligencia sensciente. Ésta no tiene nada que ver con la emotividad, sino que se refiere a la manera de extender la sensibilidad hacia el mundo. Ésa capacidad la tiene todo niño pequeño y la nueva generación de niños la conserva durante mucho tiempo. Por ello los niños estelares suelen tener aptitudes sociales extraordinarias, que sin embargo muchas veces permanecen ocultas, pues para descubrirlas habría que tomar conciencia del profundo sentimiento social subyacente a muchas actitudes. Por supuesto también tienen aptitudes psicológicas, ya que logran percibir claramente lo que ocurre en el interior de otras personas y así, por ejemplo, saber exactamente lo que está pasando en caso de un conflicto familiar. 
Estos niños no tienen un pensar lineal, de concepto en concepto, de palabra en palabra, sino que piensan en imágenes. Esto es lo que caracteriza al pensar creativo. ¿Cómo nacieron las grandes ideas creativas, por ejemplo en las ciencias naturales? La mayoría de ellas surgieron como imágenes. Una vez que tenían la imagen, los científicos buscaron la fórmula matemática correspondiente. También Einstein procedió de esta manera. Toda la teoría de la relatividad se le apareció en una ensoñación. A los grandes matemáticos les ocurre lo mismo: primero aparece una idea en forma de imagen, luego buscan la demostración, si es que pueden. 
Los niños estelares tienen una percepción sensciente que les permite sumergirse más en la esencia de las cosas. Tienen capacidades que también se observan en pueblos arcaicos, que saben exactamente qué sustancia medicinal se puede obtener de determinada planta. Así inventaron procedimientos curativos sin necesidad de prueba y error. En este ámbito radican las aptitudes de estos niños. Y es tremendamente importante, en el caso de ellos, que el adulto sepa cuáles son sus aptitudes. Pues si queremos lograr algo con ellos, por ejemplo en la escuela, nunca debemos comenzar por las deficiencias, sino por las aptitudes. Como primera medida debemos apelar a sus fortalezas. 
Donde hay aptitudes, naturalmente también hay flaquezas. Estos niños suelen tener problemas con la formación de conceptos. Éste es un tema difícil para ellos, ya que en las escuelas se enseñan diez, veinte conceptos nuevos por día. La formación de conceptos es un proceder abstracto. Si quiero enseñarle a un alumno el concepto “cuadrado”, le muestro objetos cuadrados. Pero la cuadratura nunca aparece en forma aislada. Siempre está acompañada por color, tamaño, material, función de cada objeto. Para captar el concepto “cuadrado” hay que prescindir de todas las demás cualidades y aislar la cuadratura. Esto es particularmente difícil para estos niños, ya que poseen una percepción global mucho más fuerte que otras personas. Su atención está más desparramada. Se extiende a toda la clase, por lo cual les cuesta concentrarla en el docente. Eso no significa que tienen menos atención que un niño normal, sino que tienen más. Sólo que su atención es una atención sensciente y por ende vertida sobre todo el entorno. De allí proviene su capacidad de observación muy exacta e inmediata. Sin embargo, para poder entregarse a un único tema, ese tema debería ser extraordinariamente interesante para ellos.
La segunda debilidad de estos niños es su impulsividad. También ella es un rasgo característico de los primeros años de vida. En los niños estelares se prolongan en el tiempo todas las peculiaridades de los niños pequeños. Por ello también son tan hiperactivos como los infantes. 



Autoconciencia exacerbada
Ésas son pues las tres debilidades de estos niños, que también pueden tornarse en fortalezas: atención, impulsividad, hiperactividad. A ellas se suman dos particularidades: tienen una enorme necesidad de comunicación. Por lo general logran ser escuchados. Si no es así, la situación empeora: se tornan más comunicativos aún, conscientes de sí mismos, extraordinariamente curiosos. Esa autoconciencia de los niños estelares en realidad es su cualidad más destacada. Inmediatamente después de nacer ya son conscientes de sí mismos, y lo demuestran con su mirada muy lúcida, bien distinta a la de otros bebés. Cuando se les aproxima un adulto, primero fijan esa mirada en ellos y luego vuelven a la mirada de bebé. Cuando esta misteriosa conciencia de sí mismos se prolonga en el tiempo, aparecen los problemas. Por ejemplo, hay niños que se niegan a responder las preguntas del maestro, se rehúsan a demostrar lo que saben. Ellos dicen: ¿Qué le importa al maestro lo que yo sé o dejo de saber? El maestro no pregunta porque no sabe la respuesta. La conoce perfectamente, o sea que sólo pregunta por controlarme. También se niegan a hacer pruebas o exámenes y entonces comienzan los problemas escolares y se les termina administrando Ritalina.



La trampa de la Ritalina
En casos extremos, puede llegar a ser necesario administrar Ritalina por un corto plazo, para superar una situación insostenible. Pero en el largo plazo, todos los psicofármacos producen modificaciones irreversibles en el cerebro. Yo mismo quise probar el efecto de la Ritalina. Juntocon un amigo psiquiatra, tomé la droga. ¿Qué efecto tiene? Suprime el sentir, todo sentir, el sentir cognoscente, el sentir emocional. Uno se vuelve frío como el hielo, con una concentración exacerbada – mi amigo pudo manejar durante dieciséis horas seguidas, sin necesidad de tomar café ni descansar. Tomé una o dos dosis y el efecto me duró un día y medio.
El sentir, que en estos niños conlleva muchos talentos, es suprimido por la droga, a cambio de que logren concentrarse adecuadamente en lo que dice el maestro. Sin embargo, la Ritalinatiene una gran cantidad de efectos adversos. En los casos de jóvenes que en Estados Unidos dispararon sobre sus compañeros y docentes, se comprobó que el 90 por ciento de ellos había consumido Ritalina. 



Consecuencias prácticas
Resumiendo: los nuevos niños se caracterizan por una conciencia global, la identidad con el entorno, inteligencia sensible, debilidad para la formación de conceptos, impulsividad, mucho movimiento y atención extendida. Son diferentes. No están enfermos, no presentan una patología, no necesitan ser arreglados, sino que hay que aprender a tratarlos distinto. Esto es sumamente difícil para los implicados. Pero si uno sabe que no están enfermos, que no son personitas malvadas que quieren torturarnos, entonces se aprende a ver sus enormes aptitudes. Yo propongo tres pasos para los educadores, los maestros, los padres o las personas relacionadas con tales niños:



1. Reconocer lo que esconden a nivel antropológico, anímico y espiritual. Lo que significa ser abierto, no ser cerrado, no sentirse tan fuertemente centrado en la propia identidad corporal básica, sino vertido en el entorno con una atención sensciente. Cuando el adulto sabe cuál es el trasfondo de este comportamiento, ya ha logrado un gran avance, simplemente porque el niño no se siente permanentemente criticado – pues eso es lo que el chico percibe. Todos los maestros Waldorf saben que si se habla de un alumno en las reuniones de maestros, el niño – sin saber nada al respecto – se comporta distinto en los próximos días y semanas.



2. El segundo paso consiste en reconocer dónde están las fortalezas del niño. A veces se trata de aptitudes nuevas, desconocidas. Entonces se puede construir sobre las capacidades y no las deficiencias.



3. El tercer paso es el más difícil: uno puede intentar recuperar en uno mismo la percepción cognoscente perdida, desarrollarla con autoconciencia. En el niño pequeño existe, sin autoconciencia; en el adulto puede existir, si se ejercita para ello. Si un maestro o pedagogo logra esto, tendrá acceso a estos niños. Ellos se entienden entre sí, con muy pocas palabras, con esa comunicación inmediata, sin intermediación, que florece cuando dos personas poseen este sentir cognoscente. Cuando esto ocurre, la situación está salvada. Eso significa que el educador o maestro puede aprender de estos niños.



Extracto resumido del libro “Lernen” (Aprender)
editado por Verlag Freies Geistesleben, 2006
Walter Johannes Stein
Extraído de la revista El Puente - Colegio Rudolf Steiner


jueves, 18 de julio de 2013

La Fiesta de la Luz

Fiesta  de  la  Luz
Al vivenciar la Fiesta de los farolitos, pudimos percibir como dábamos entre todos, el aspecto de cielo lleno de estrellas a la Tierra, miles de lucecitas encendidas brillan en las almas como las semillas brillan en ahora el seno de la Madre Tierra. Con la Fiesta de la Luz, es nuestra propia alma la que se nos presenta como un universo lleno de luzla luz de la estrella más poderosa, la VERDAD. Es esa luz,  la que hace de nuestra alma la tierra más fértil, donde cada semilla sembrada puede crecer para luego ofrecer al mundo  frutos cada vez, cada año, renovados, en forma de nuevas capacidades o posibilidades, dispuestas para el encuentro, para poder cobijar a la humanidad en cada uno de nosotros.
En el ámbito de la interioridad pueden nacer virtudes tales como : amor, paciencia, generosidad, el compartir, etc.
Se ha sembrado el campo, se ha sembrado el alma con virtudes dispuestas a manifestarse en el momento preciso.
Con la cercanía del invierno, ya percibimos que las fuerzas de la naturaleza se repliegan y en el exterior todo parece adormecerse.
Es tiempo de recogimiento, de silencio, de acallar el ruido interior y ser capaz de ir hacia lo verdadero…laesencia de uno mismo, esa esencia siempre es verdadera. El ser humano busca la luz en su interior, donde reside la fuerza del Yo.
Pero para encontrarla hay que caminar solo, nadie más que uno mismo puede reconocerse en el interior más profundo. Llevar al camino “el conocimiento” y llegar a la “luz” interior da la posibilidad de volver por el camino habiendo nutrido el alma con Amor, pues el ser humano es un ser sabio cuando une “saber” con “amor”, esto lo convierte en una de esas hermosas estrellas.
Esta es una época del año en que la luz diurna ha llegado a su mínima duración, precisamente cuando la luzinterior del ser humano ha de ser la máxima, como si el sol interior estuviese en su esplendor. Los gnomos de la tierra están en pleno trabajo, cuidando las raíces y guardando piedras preciosas, fortaleciendo latierra. Saben que de este esfuerzo dependen la flor y el fruto  del árbol, así como la cosecha del sembrador.

Con los niños nos preparemos  haciendo las velas que irán colocadas sobre una manzana, imagen del conocimiento. El día de la fiesta los niños recorrerán un sendero hecho con ramas de pino, que da tres vueltas en espiral. Esa vela estará apagada hasta que al llegar al final del sendero…al llegar al centro del ser…encontrarán la luz de la verdad y las fuerzas esenciales, donde el ser humano se nutre para formar y conocer su propio Yo, fortalecerse y salir al mundo. Con la llama de esa luz central  encenderán la vela para volver por el camino iluminados por ella. Este camino hacia adentro y hacia fuera, cada niño lo recorre solo. Ha sido preparado en un lugar que se encontrará en absoluto silencio y penumbra, apenas iluminado por la luz de esa llama que estará en el centro del espiral. El clima es de recogimiento.
Los compañeros estarán sentados alrededor del espiral, en ronda, y desde allí acompañarán su recorrido con cantos, música, poesía o silencio…según elija el caminante.

Con esta celebración que se llevará a cabo el último día de clases, antes de las vacaciones de invierno, los niños se llevarán en el alma, lo necesario para que en esos días también en casa puedan realizar actividades acordes al momento del año. Recogimiento, el movimiento es interior, no exterior…esto ayuda a reunir las fuerzas que han de sostener las actividades de la segunda mitad del año.
Esperamos que tengan un saludable  disfrutar de lo que el invierno nos brinda.

*Extraído del Mail que enviaron los maestros de la escuela Waldorf  Perito Moreno, de Martinez

domingo, 26 de mayo de 2013

Otoño

El otoño, para acompañar a nuestros hijos (mail enviado por la Comunidad de Padres de la Escuela Waldorf Perito Moreno)
El otoño
                La “Fiesta del otoño” será el eje transversal de esta época  y por eso nutrirá con sus colores y transformaciones, y con sus frutos, las actividades que emprendamos.
El caer hacia la madre Tierra que vemos en los follajes y frutos, se vivencia en el alma como un despojarse del manto exterior, el follaje; se esparcen entonces las semillas gestadas antaño, para el futuro renacer…
Cada niño ha conquistado la LUZ propia atravesando la oscuridad temerosa en la Fiesta del Valor. Así se han instalado en el alma las fuerzas conquistadas, que permiten iniciar el camino del despertar interior.  Nuestra vida anímica sigue ese teñido de ocres que se instala en el entorno y lleva a un caer hacia la tierra. Se inhala  algo hacia las profundidades, y es el inhalar el cosmos con toda la sabiduría, que llega hacia el interior de la tierra… y del alma.
De ese modo acompañamos a la naturaleza en su gesto de replegar sus fuerzas hacia adentro, en un despertar interior, luminoso. La apariencia exterior es de inactividad, pero en verdad la actividad es grande…adentro comienza un gran trabajo, el camino hacia uno mismo, hacia el encuentro de lo verdadero.
En su interior la tierra recibe a las semillas y las protegerá con un cálido poncho tejido de hojas amarillas, ocres, marrones, rojas y naranjas. Este mismo cuidado inspiraremos en las almas de los niños, donde el principal valor será cuidar la propia luz interior como germen del futuro renacer.
Los seres elementales, presentes, siempre se manifiestan. En la superficie el aire impera, y los silfos con un continuo movimiento llevan a los vientos  de lo suave a lo borrascoso, de lo apacible a lo brusco. En las raíces se hallan los gnomos laboriosos, cuidando ese interior pleno de luz en los cristales. En la lluvia y el rocío vibran las ondinas, en las tenues temperaturas las salamandras aquietadas esperan…
Pero en especial, en el cambio en el follaje es donde más percibimos el obrar, que a partir del ser de los colores, y de la mano del “hombrecillo de otoño” van despertando nuestro asombro y veneración, respeto. El viento, con los silfos, es responsable de regalar las hojas a la tierra, cubriéndola cual manto. Los gnomos tejen y tejen, tiran y empujan, pican y cavan…
Es un proceso que lleva poco a poco hacia el invierno, es pura transformación, reconocer la diferencia entre la apariencia superficial y la verdadera imagen del ser. Esto es “despertar conciencia anímica”, mantener un cálido  sentir en equilibrio.
La vida anímica como mediadora entre el organismo y el mundo, ha de nutrirse de la sabiduría de ésta época, que la prepara para el invierno.
Acompañar a los niños desde la vivencia, las percepciones y los juegos adecuados es nutrir el alma, para que vibre en armonía con el mundo.
También para los adultos es bueno nutrirse de estas experiencias, sintiendo como dentro nuestro podemos cobijar ese universo que quiere estar presente en esta época del año dentro del Alma y ayudarnos a reconocer quienes somos despojados de cualquier apariencia externa.
Ese es el fruto del otoño que podremos recoger para sembrar en el invierno…

miércoles, 18 de julio de 2012

De inviernos, faroles y vacaciones

El frío se vino con todo en Buenos Aires. Y yo, que soy mezcla con osa, siento que debería meterme en la cama e hibernar...
Con los últimos fríos, mis niños tuvieron dos importantes fiestas escolares: la fiesta de los farolitos, de las que ya les hablara aquí, y la fiesta de la luz.
En la fiesta de la luz, que es una fiesta interna en la que los padres no participamos, los niños más pequeños llevan ramas de pino y manzanas. Los días anteriores, estuvieron elaborando con los maestros las velas de cera de abeja. Joaqui, que es más grande, este año en lugar de manzana trajo una vela hecha en la cáscara de una naranja.

Con las ramas de los pinos hacen un espiral. En el centro del espiral, espera una vela encendida. Los niños van haciendo todo el camino entre las ramas, con sus velas apagadas, hasta llegar al centro del espiral, donde encienden la vela, y hacen el camino inverso llevando consigo se luz.
Esta fiesta simboliza la búsqueda de la luz y el calor interior, para poder salir luego con nuestra luz al mundo, y en el cole de mis hijos se celebra el último día antes de las vacaciones.

Así comenzamos las vacaciones de invierno, que debo reconocer que me tienen bastante agotada...
Maite está lo suficientemente grande para no permanecer tanto dormida, ni sentada tranquilamente observando, pero es lo suficientemente pequeña para poder acompañarnos en algunos programas...
Me da vuelta la casa. Mientras hago la comida, saca toda la ropa de los cajones... no se deja vestir ni desvestir... mientras ordeno la ropa que tiro, se sube arriba de la mesa del comedor, y ahora también intenta subirse al respaldo de las sillas y hasta a la cocina, usando las asas del horno como escalera!!
La pelea a Emma, ambas me celan continuamente, y la mayor parte del tiempo resulta absolutamente AGOTADOR. Eso también me ha mantenido alejada del blog, porque escribir una entrada como esta, me puede llevar toda una tarde, entre idas y venidas...
En fin, vamos llevándolo como podemos. Además de que, como me observara hace poco una amiga, este comportamiento de "enfant terrible" también es la forma que tienen de hacer su duelo por la muerte de la abuela (en el caso de Maite, de exteriorizar todo ese malestar general que percibe en la casa y en los hermanos).
Me queda pendiente contarles del primer ratón Perez que pasó por casa, pero eso será para la proxima!!

jueves, 29 de marzo de 2012

Y los niños crecen...


Hace rato que tengo pendiente sentarme a escribir, pero con 3 niños y trabajando fuera de casa, cada vez es más difícil encontrar el momento!!
Mai está enorme. Ya está por cumplir un año. Come casi de todo, toma sola del vaso con piquito y con ayuda del vaso común, camina desde los 10 meses y medio (salió precoz, la niña), se hace entender perfecto a su manera, señalado y diciendo algunas palabras como "mamá, papá, atá (acá está), aita (agüita)" y dando grititos que son super expresivos.
Emma empezó jardín en el cole waldorf al que ya iba Joaqui. Por suerte se adaptó bárbaro. Tenía muchas ganas de empezar, y ya hizo amigos. Solamente lloriquea un poco si alguna noche se acuesta tarde por cualquier motivo, y al día siguiente está cansada y no quiere ir al cole. Por lo demás, le encanta, y estos ultimos días noté que dramatiza en el juego mucho de lo que hace en el cole, cantando, imitando a las maestras, etc.
Joaquí empezó segundo grado... aún no caigo lo grande que está!! Ya tuvimos la primer reunión de padres con el maestro, y de eso es de lo que quería hablar hace días.
En la reunión el maestro nos contó, entre otras cosas, los contenidos que están dando y los que irán dando en el transcurso del año, y como los encara la pedagogía waldorf.
Nos contó, por ejemplo, que a diferencia de la escuela tradicional, en que primero se enseña a sumar, luego a restar, luego a multiplicar y por ultimo a dividir, ellos están dando las cuatro operaciones simultáneamente, y de una forma diferente.
Nos explicaba que al enseñar a un niño, con el método tradicional, cuanto es 2+2, por ejemplo, lo que queda grabado en el alma de niño es una idea de "acumular" más y más y más... En cambio, si uno en lugar de dar una operación y que el niño tenga que encontrar el resultado equivalente, se les da un resultado y se deja que el niño piense como llegar a ese resultado, además de tener más opciones y operaciones con las cuales resolver, se hace al niño partir de un concepto de aceptación: esto es lo que tengo, veamos todo lo que puedo hacer partiendo desde esto que la vida me dio.
Me estremeció esta forma de ver algo tan simple como las operaciones matemáticas. No solo por todo lo que subyace en la pedagogía tradicional, y que tiene que ver con la sociedad capitalista y de consumo en la que estamos inmersos, y como todas estas cosas, sin que nos demos cuenta, influencian en nuestra vida adulta, sino también por cómo de una forma tan simple se puede lograr inspirar en el alma del niño el agradecimiento por los dones que cada uno tiene, y aprender a hacer lo mejor con ellos, sin necesidad de necesitar siempre más...
Pronto tendré también la reunión por Emma, ya les contaré como nos fue!!

martes, 24 de enero de 2012

Qué es la pedagogía Waldorf?

Muchas veces me he visto de figurillas tratando de explicar como es el cole de Joaqui (y de Emma a partir de marzo), y me han mirado con ojos como platos.
Me ha encantado este video, porque expone de manera clara y concisa, quien fue Rudolf Steiner, y cómo son las escuelas que siguen su pedagogía.

Espero que lo disfruten.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Fin de año, 2da parte: Felices Vacaciones

Joaqui terminó primer grado.
Estamos muy contentos. Aún no escribe oraciones, apenas algunos palabras (muchas las aprende copiandolas), pero reconoce casi todas las letras con sus sonidos y, lo más importante de todo, está aprendiendo a su ritmo, como con todos los demás procesos de la vida: caminar, hablar, dejar los pañales.
En el cole de Joaqui no hay gran acto de fin de año con niños actuando en un escenario, disfraces, y demás.
En su lugar tenemos las "Crónicas". Nos reunimos todas las familias con los maestros. Los maestros van llamando de uno en uno a los niños, y a su turno le entregan a cada uno de ellos un poema, escrito especialmente por el maestro de la clase para ese niño:
Este es el poema que escribió el maestro Fede para Joaqui este año:


Yo tengo un amigo en el fondo del agua, es un pececito de oro y de plata. En la lagunita cuando lo visito, viene a saludarme pegando saltitos. Más cuando no viene me siento solito porque creo que él ya no quiere ser mi amigo. En el fondo del agua es que no puedo ver, todo lo que mi amigo allí tiene que hacer. En esta lagunita hay algo que aprendí, que aunque no esté conmigo mi amigo siempre está ahí y si soy muy paciente y lo puedo esperar, él me traerá secretos desde el fondo del mar. 
Sencillo, y sin embargo describe a Joaqui de una forma increíble.
Estas son las pequeñas cosas que nos hacen volver a elegir esta escuela una y otra vez.
Después nos entregaron la carpeta con el poema, que deberemos leerle a Joaqui durante el verano, porque es una forma de trabajar con él en sus debilidades (la impaciencia), y los cuadernos donde trabajaron lengua y matemática durante el año, así como sus labores.
Hasta el año que viene Cole!!

viernes, 23 de septiembre de 2011

Con olor a campo


La semana pasada Joaqui llegó del cole con una bolsa grande pero liviana. Cuando la abrí, me encuentro dentro... lana tal cual sale de la oveja recién esquilada!! Hasta olor a oveja tenía!!
Yo no entendía nada (este cole no deja de sorprenderme), y Joaqui que me repetía que tenía que lavarla para hacerle un almohadón...

Me puse en contacto con una mamá del cole, que fue ella misma alumna Waldorf, y me explicó que era tal cual me explicaba Joaqui: en Labores hace un tejido tipo crochet con los dedos, y luego la maestra los ayuda a hacer un almohadon para su silla, al que le aplican ese tejido. La lana era para el relleno del almohadón. 
Así que, como era un hermoso día, subimos a la terraza y nos pusimos manos a la obra.

Sacamos la lana de a poco, sacamos las basuritas, pastitos y palitos que tenía, y la pusimos en un balde...

 La lavamos con jabón blanco (que hacemos en casa con aceite usado)

Enjuagamos y pusimos a secar (con las perras enloquecidas al lado por el olor a oveja y Mai tomando solcito detrás)

Y así de  blanca quedó nuestra lana, que después abrí con los dedos, quité los nudos y devolví al cole.

Ya les mostraré el almohadón cuando esté terminado...

domingo, 18 de septiembre de 2011

Circo Re-ciclo en el Perito Moreno!!

Los invitamos al Circo del Perito Moreno!! (el cole de Joaqui)
El año pasado estuvo GENIAL.
No se lo pierdan!!


miércoles, 6 de julio de 2011

1er grado

Así era el pizarrón de Joaqui hasta el pasado viernes:



Y el lunes, se encontraron con que "un viento muy fuerte se llevó el dibujo", tenían bancos nuevos y un cuaderno para cada uno, para empezar con las "formas" previas a la lectoescritura...


Y este es el flautero que hizo Joaqui en Labores, con el telar... No es precioso?



miércoles, 20 de abril de 2011

Y llegamos a la 40...


Aquí estamos, cumpliendo 40 semanas de embarazo, y esperando que este bb que nos dió un par de falsas alarmas se decida a nacer... pero es que el otoño da fiaaacaaa, y debe estar tan lindo, calentito y ahí adentro, que vamos a ver como lo convencemos... ;-)
Así que seguiremos esperando. Ahora a disfrutar este finde super largo con los chicos, festejar Pascuas, comer muchos huevitos que traerá el conejo, y esperar a ver si el bb quiere salir a disfrutar todo esto en el mundo exterior, o prefiere mantenerse guardado un poquito más.
Mientras, me he tomado algunos tecitos de hoja de té de frambuesa, que dicen que tonifica el útero y el suelo pélvico (algunos dicen que provoca el parto, pero debe ser mentira porque aquí seguimos).
Ayer tuvimos la primer reunión del año del cole de Joaqui. Estuvo preciosa. Tuvimos una parte "vivencial", donde hicimos todo lo que hacen nuestros hijos en el jardín: llegamos, nos tomamos de las manos, cantamos, hicimos la ronda, volvimos al aula, dijimos "destrabalenguas", el maestro Fede nos tomó lista, nos hizo practicar matemáticas preguntándonos cuantos familias eramos, cuantas habían podido asistir a la reunión y cuantas faltaban... En fin, fue hermosísimo poder experimentar en carne propia como es un día de escuela para mi hijo.
Luego, por supuesto, pasamos a la reunión de padres propiamente dicha, con todo el tema pedagógico, explicaciones de como vamos a seguir, etc.
Y cuando llegué a casa, y le conté a Joaqui que habíamos hecho la ronda, las canciones que habíamos cantado, el cuento que el maestro nos habíamos contado, estaba emocionadísimo y super contento, y terminó contándome muchas más cosas del cole al preguntarme si también habíamos hecho esto o aquello.
Y así, nuestra vida normal sigue, mientras esperamos la llegada otoñal del nuevo integrante de la familia...

jueves, 9 de diciembre de 2010

Adiós al Jardín

Hoy Joaqui se despidió del jardín.
Si bien las clases finalizaron el viernes pasado, hoy era la entrega de los trabajos hechos durante el año, y los niños se despedían de este rincón que los cobijó durante los últimos 4 años a muchos de ellos, tal vez solo este último año a otros, como Joaqui.
Fue una ceremonia sencilla, y sin embargo, super emotiva.
No hubo disfraces. No hubo canciones. No hubo coreografías.
Llegamos al cole, y como siempre los niños ingresaron primero al salón. Luego entramos los padres, y nos sentamos detrás de los niños.
Enfrente, se habían dispuesto tres rincones: en uno esperaban las carpetas con el nombre de cada niño, conteniendo los trabajos del año; en otro, las labores de los niños; en medio de ambos rincones, una imagen llena de figuras de pastores y pastoras, leñadores, tejedoras, campesinos y campesinas.
Los maestros cantaban villancicos y un violín se escuchaba de fondo.
De a una, las maestras se acercaban a los niños, y llamaban a uno solo con la mirada. Los padres se acercaban a su hijo y juntos, acompañados por la maestra, se acercaban al primer rincón, donde les entregaban la carpeta que atesoraba los trabajos de todo el año.
Luego se acercaban al rincón de labores, y les hacían entrega de los pompones y trabajos de telar de cada niño. La maestra, en cuclillas para poder estar a la altura del niño, hacía algún comentario sobre las labores (muy bajito, era imposible escuchar lo que decían a cada niño, porque era sólo para que cada niño pudiera escucharlo).


Por último, todos pasaban a la imagen final. Allí la maestra explicaba al niño (esto lo supe cuando le tocó a Joaqui) que allí estaba representada la tierra, con todo lo que nos dá: el agua, el trigo para el pan, los arboles, los animales; e invitaba al niño a elegir una figura de las tantas que se veían allí representadas.
Joaqui escogió a un leñador con su hacha.
A medida que iban completando el camino, cada familia se despedía de los maestros, y luego se retiraba, en silencio.
Sin actos. Sin disfraces. Sin estridencias. Así terminamos el año.
Y todo lo que tuvo de sencillo, lo tuvo de hermoso.

sábado, 27 de noviembre de 2010

Reflexiones


El cómo se fueron confabulando los astros para que fuéramos tomando este camino en la crianza y educación de nuestros hijos es todavía un gran misterio para mí.
Trato de pensar cuándo, cómo y qué fue lo que me hizo el "click" (más allá del hecho en sí de devenir madre) y no lo sé.
Seguramente fue un proceso. Hemos ido haciendo camino en muchas cosas, y aún lo estamos haciendo en tantas otras.
Nuestra última aventura ha sido el cambio de cole de Joaqui de este año, de un cole común a un cole Waldorf.
Todo comenzó cuando me hablaron por primera vez de este tipo de educación, y yo pensé "Que secta más rara"... Luego escuché hablar de Montessori, Pestalozzi, Escuelas Activas y Libres, Homeschooling, Unschooling, y empecé a indagar, a averiguar, a curiosear.
Sí, creo que la curiosidad fue determinante. Cuando me han hablado de lactancia a demanda, de colecho, de crianza con apego, de escuelas alternativas, por más loco o raro que me sonara lo que me decían, indagaba, preguntaba, me fijaba en internet... Tal vez por eso me asombra tanto que de toda la gente que tengo a mi alrededor, a muy pocos se les haya ocurrido indagar un poco sobre estas cuestiones.
La gente tiende a no cuestionarse nada. Dan todo por sentado. Dejan todo en manos de terceros. Primero, lo que les dice el obstetra durante el embarazo. Luego, lo que les dice el pediatra. Más adelante, lo que les dice la maestra de la escuela... "Sí ellos lo dicen, que saben, que han estudiado, quién soy yo para cuestionarlo?", es el argumento.
Yo soy la madre, por eso lo cuestiono. Quién mejor que yo para conocer las necesidades de mi hijo, más allá de lo que un obstetra, pediatra o maestra me pueda decir?
En estos últimos meses he pasado ya por 4 obstetras. Que me han dicho las cosas más disparatadas o me han faltado el respeto, a mí y a mi cuerpo, de una u otra manera, tratando de infantilizarme, de ponerme en lugar de "paciente". No estoy enferma, estoy embarazada!!! Y ya tuve dos hijos antes, que se creen, que soy estúpida? Al último hasta lo tuve que escuchar meterse (sin permiso) en mi vida sexual, ante mi negativa a ponerme un DIU cuando nazca el bebé (para lo que faltan 5 meses!!!).
Con la pediatra, por suerte, no he tenido dolores de cabeza, porque desde el primer día elegimos una pediatra amorosa, que no sé si compartirá o no gran parte de mis "locuras", pero al menos las respeta, y no se mete.
Y con el cole... ahhh, el cole de Joaqui!! No puedo dejar de agradecerle al ángel que logró que consiguiéramos esa vacante!!
Ayer tuvimos reunión con la directora de jardín, la directora de primaria, y el maestro que acompañará a Joaqui durante los próximos siete años. La forma tan cuidada en que se está dando este paso del jardín al primer grado, es increíble. Sin estridencias. Sin grandes actos. Sin disfraces. Sin banda sonora. Solo una entrega solemne de los trabajos realizados por los niños durante el año, que se hará en 15 días, y esa reunión que nos convocó ayer, en la que todos (nosotros como padres y ellos como maestros) pudimos hablar de como vemos a Joaqui, y sobre todo, de como podemos acompañarlo y ayudarlo en sus dificultades, cada uno desde su rol. Se habló poco de lo pedagógico. Se habló mucho del niño, de su espíritu, de su carácter.
Hay dos anécdotas que pintan a este cole por completo:
La primera, fue hace unos meses, charlando con unos amigos, nos contaban que no se habían dado cuenta que tenían que comprar zapatillas nuevas a su hija, porque generalmente las usa solo en el cole, y como "está mucho sentada" se ve que no le molestaba. Solo lo notaron un día que se las pusieron durante el fin de semana, y al rato de estar jugando la niña avisó que le hacían doler... Yo no podía creer el contraste con Joaqui, que este año tuvo más pares de zapatillas que nunca en su vida, porque las traía mugrientas, destrozadas y con kilos de arena de tanto potrear, y por primera vez tuve que poner pitucones en todos los pantalones, porque no quedó uno solo sano.
La segunda, también en una charla con amigos, que me cuentan que de regalo de fin de año, en el cole de su hija, les habían dado una poesía sobre "Quién les robo el juego a los niños", y que decía cosas como que los niños de ahora no saben jugar a las bolitas, ni a la soga, ni a la rayuela... Cuando le dije que en el cole de Joaqui sí se jugaban esos juegos, y se cantaban aquellas canciones viejas como La Farolera, o la Paloma Blanca, me dijo que bueno, pero que en realidad eso era función de los padres.
Claro que es función de los padres!! Pero también debe serlo de la escuela! Yo no tuve hermanos varones, jamás hubiera podido enseñarle a Joaqui a jugar a las bolitas. Pero aprendió en el cole, y le encanta... Y los juegos de manos los tenía completamente olvidados hasta que Joaqui los aprendió en el jardín. Los niños debe poder ir a la escuela a jugar, a divertirse, a pasarlo bien con sus amigos, y si en el proceso aprenden, MEJOR!! Y seguro que aprenderán, aunque no de la forma convencional, sino a través de la experiencia, y esa forma de aprender, de tomar para sí el conocimiento de algo, no se olvida jamás...
Pero lo importante es que hoy, mi hijo de 5 años, no está sentado 4 horas en un pupitre, memorizando letras y números. Esta jugando, experimentando con poleas para llevar el agua hasta la huerta, haciendo y deshaciendo telares, mezclando colores para crear nuevos... y al mismo tiempo adquiriendo conocimientos que no se le olvidarán jamás...

domingo, 29 de agosto de 2010

La escuela autónoma, dentro de la vida cultural autónoma.


(Extraído del libro Educación Waldorf, una pedagogía integral, pag. 147 a 159)

El que tiene la suerte de poder enseñar y educar en una escuela Waldorf, con base en una antropología científico-espiritual, podrá llevar siempre en su alma la profunda convicción: “me encuentro en el camino correcto”, independientemente de si queda satisfecho de su labor pedagógica. Sin embargo, se dará cuenta asimismo de los obstáculos que se oponen a sus esfuerzos. Si la causa de estos obstáculos reside en él mismo, él aprenderá por su contacto con los niños y practicará la autoeducación. Hará esto con toda naturalidad ya que sabe que no podría educar si no se autoeducara; que no podría enseñar si no aceptara ser enseñado, ya fuere del mundo, o de su propio Yo superior. Sabe asimismo que podrá ganarse el afecto de los pequeños en tanto mayor medida cuanto menos se encariñe consigo mismo, y que los niños lo respetarán cuanto más se respete él a sí mismo. Además el maestro puede tener la firme convicción, de que podrá adquirir una energía acrecentada si logra superar los obstáculos e impedimentos internos.

¿Qué diremos de los obstáculos y resistencias procedentes de afuera? No nos ocupamos aquí de todo lo que arremete contra los niños, seduciéndolos o acosándolos. Puede encontrarse diariamente el material en cualquier periódico o suplemento, lo que demuestra que se trata de cuestiones de importancia secundaria.

Aquí nos limitamos a la cuestión primaria, es decir a la dependencia del sistema escolar.

En los tiempos en que la religión, el arte y la ciencia derivaban de la fuente unitaria de los Misterios y, en consecuencia, formaban ellas mismas una unidad, era imposible que se erigiera en problema general la pregunta acerca de quién tiene que educar a los niños y a los jóvenes. Esta pregunta sólo pudo surgir en el momento en que los que pugnaban por imponer estas metas eran entonces los mismos educadores. Sin embargo, por mucho tiempo la educación siguió funcionando sin dependencia alguna de un poder que actuara fuera de la esfera educativa. Esto ni siquiera fue el caso en la Edad Media cristiana. Cada profesión formaba la juventud de conformidad con sus propias condiciones vitales: el profesor de la escuela monástica, el instructor de la caballería, el maestro de los gremios y oficios burgueses, no formaban y educaban la juventud por encargo de poder alguno ajeno a su propia esfera.

Toda esta situación cambió radicalmente cuando el poder estatal introdujo la enseñanza obligatoria y, posteriormente, la asistencia obligatoria a la escuela. En los países europeos, esta evolución se inició a principios del siglo XVII. De ninguna manera se nos ocurre negar que esa evolución fue históricamente necesaria y que tuvo ciertos efectos benéficos. Sin embargo, los beneficios pueden convertirse en lo opuesto, cuando ya no son de actualidad. Y no es de actualidad hoy día la administración de la escuela por el Estado. No es de sorprenderse que se considere como un loco ideólogo, o cosa peor, a quien haga semejante afirmación. Ciertas opiniones se han consolidado a través de largos tiempos en forma tal que el sólo tocarlas se considera sacrilego. Una de estas opiniones, es el prejuicio de que la educación ha de ser de la competencia indiscutible del Estado.

Es cierto que, además, la vida económica universal requiere ciertas exigencias a la educación. Los prohombres de la economía y de la industria empiezan a expresar su parecer sobre la constitución intelectual del joven egresado de la escuela o de la universidad, para que pueda servir, de la mejor forma, a la vida económica. Se hace mención de la “confiabilidad”, “movilidad”, “sentido de responsabilidad”, etc., todas ellas, cualidades bastante útiles de cuyo cultivo deberá ocuparse la escuela. Además, se exigen los respectivos conocimientos especializados.

Los que formulan semejantes peticiones olvidan por completo plantear, antes que nada, la pregunta de si la vida económica que de esta manera presenta sus exigencias a la educación, tiene ella misma una estructura deseable. Parece que ciertos círculos opinan que esta estructura es suficientemente buena y que no le queda más remedio al hombre en cierne que adaptarse a ella. Nunca se plantea la pregunta de si acaso pudiera ser función de la escuela formar a los jóvenes de manera que ellos desenvuelvan sus disposiciones puramente humanas y que las energías desplegadas de esta manera pudieran, en el futuro, dar una nueva forma al a vida económica.

Hemos de reconocer que la educación no mejora si se organiza según las demandas de las necesidades económicas; por el contrario, empeora. Pero, ¿será posible que descienda más todavía?

No es significativo que en una u otra parte existan personas satisfecha con el régimen educativo de suplís, por moverse sobre determinados caminos consagrados por la tradición. No se dan cuenta esas personas de que estos caminos conducen hacia el abismo de la civilización.

Si el Estado administra la educación, tiene que plantear demandas que tienen un efecto igualitario y nivelador; le es materialmente imposible tener en cuenta las dotes individuales del alumno; ha de fijar reglas para calificar el “rendimiento”. Y puesto que no es posible plantear semejantes reglas para la vida artística y moral (a toda persona sensata le parecería necio leer en la hoja de calificaciones de un alumno: “Religión: aprobado”), esas reglas y los exámenes postulados por ellas, tienen que limitarse forzosamente a los conocimientos que pueden medirse. Ahora bien, ese conocimiento medible no puede abarcar al ser humano en su plenitud, sino es una sola faceta de la naturaleza humana que, si se cultiva unilateralmente, perjudica a la naturaleza humana total. Si luego, al lado de esta educación intelectual, se decreta una instrucción artística, ésta no conduce a un mejoramiento, sin a un doble empeoramiento, pues en este caso se adjudica a lo artístico el papel de suplemento secundario dentro del cual jamás podrá prosperar. Vana es toda palabrería de “formación de lo humano general” mientras el Estado administre la educación, puesto que si él es sincero consigo mismo, no puede apoyar otra meta educativa que el de formar fieles y útiles servidores, es decir, ciudadanos que a todas las disposiciones gubernamentales respondan con un “sí” incondicional. Obsérvese que todas las instituciones de la educación actual en los llamados países civilizados sirven, en último análisis, a esta meta educativa, con sólo leves modificaciones según el matiz de los partidos.

¿Quién, entonces, tendría que administrar la educación? ¡Los que enseñan y educan! ¿Cómo funcionarios o empleados del Gobierno? Sería lamentable para ellos y para la educación si tuvieran que serlo. Porque en tal caso nunca podrían ellos actuar con base en su propia intuición pedagógica, sino enseñar lo prescripto por alguna autoridad; en su quehacer nunca podrían apoyarse en una antropología científico-espiritual concebida en autonomía; nunca podrían empezar por dirigirse, en primer término, a la naturaleza individual y a las leyes evolutivas del hombre en cierne, puesto que en forma amenazadora tendrían ante ellos la meta obligatoria fijada para cada año lectivo, y la obligación de conducir al mayor número de alumnos hacia esa meta. Así el maestro se convertiría en el menos libre de todos los hombres, cuando él precisamente debiera personificar ante los niños el ideal del hombre libre.

Aquí cabe un comentario acerca del régimen de exámenes creado por el Estado. El primer examen es para determinar si el niño se halla maduro para la escuela. Se le ponen al niño dibujos incompletos para que los complete con lo que falta. Aunque es cierto que todo niño sano, con cierta inventiva interna sabrá siempre elevar lo incompleto a lo completo (razón por la cual al niño hay que darle una muñeca simple y primitiva en vez de una de esas atrocidades estéticas de ojos móviles, pelo legítimo, etc), el procedimiento de que el niño complete lo que falta en un dibujo, constituye un abuso a la naturaleza individual, pues el niño que, más o menos hacia fines del séptimo año de su vida, ha de entrar en la escuela, todavía no debiera haber aprendido a captar las cosas del mundo en contornos dibujados, los cuales, aparte de su carácter anti-artístico, son simples abstracciones de los fenómenos sensibles que se le presentan a la vista.

En todas estas pruebas y “tests” hemos de ver el testimonio de la impotencia del adulto, que ha perdido por completo la visión pedagógica y pretende compensar esa pérdida con un sistema “científico”, en vez de despertar las energías latentes en su propia alma mediante pensamientos razonables sobre el niño.

El segundo examen corresponde a la decisión de si el niño ha de seguir en la “escuela elemental”, o si se le permite ascender a una de las llamadas escuelas “superiores”. Digamos, para empezar, que semejante distinción es una monstruosidad social, pues crea para toda la vida posterior, un juicio valorativo social, mejor dicho anti-social, basado exclusivamente en la calificación de facultades intelectuales. A la edad en que se toma esta decisión (Nota del traductor: en Alemania es a los 10 u 11 años), precisamente lo intelectual no debería desempeñar papel alguno en la educación y la enseñanza. Vendrán tiempos en que exámenes como éstos se consideren como uno de los peores pecados contra la naturaleza humana. La gran mayoría de las disposiciones patológicas de los adultos se retrotraen a esos exámenes completamente superfluos. Agréguese a esto que determinado número de niños que se presentan al examen, se halla predestinado de antemano a no pasarlo, ya que la escuela “superior” no tiene cupo para tantos alumnos de primer ingreso. Entonces se coloca al lado de la estupidez social, todo el inmenso sufrimiento del niño que, avergonzado, se halla ante una situación vital que no puede comprender. La consecuencia: una paralización de la voluntad para toda la vida.

Los personajes que disponen semejantes exámenes y los consideran necesarios, son los que menos sirven para la sagrada misión de educar.

Finalmente, el examen de “madurez” para ingresar a las universidades (Nota del traductor: corresponde al Bachillerato). Si la universidad fuera realmente lo que ella, según su propia índole, debiera ser, fácil sería juzgar si un joven, después de 12 años de aprendizaje, merece un superior cultivo científico o artístico de sus peculiares facultades individuales. En lugar de ellos se ha dispuesto un reglamento de exámenes que vedan la entrada a la universidad al estudiante dotado específicamente para algunas materias y, en lugar de ello, fomentan la formación de un tipo único de intelectual semiculto.

En el régimen de exámenes se patentiza toda la desorientación de quienes lo administran. ¿Cómo se podrá cambiar esto? Empezando simplemente porque el Estado dejara de ejercer su influencia sobre la educación y se conformara con su función de administrar las relaciones jurídicas entre los individuos y entre grupos de individuos. Para ello es necesario que el Estado libere la educación progresivamente, para evitar que, más adelante, ella misma se libere en forma violenta y catastrófica. El Estado no debiera formular leyes que imposibilitaran de antemano la autonomía de la educación, y dar el paso de reconocer la legitimidad de la vida cultural autónoma.

El que se opone a estas tendencias no acepta el alcance de los signos de la época que en verdad hablan en forma elocuentísima, y así propicia tan sólo el permanente y grave quebrantamiento de la estructura de la sociedad humana. Quien tema que la vida cultural autónoma conduzca a la anarquía, habrá pronunciado el fallo sobre sí mismo: se califica de retrógrado, sólo capaz de ejecutar órdenes superiores, en lugar de actuar en libertad y amor con base en su propia individualidad humana.

Todos los que saben y comprenden han de luchar por: La escuela autónoma, dentro de la vida cultural autónoma.

jueves, 15 de julio de 2010

La Fiesta de los Farolitos

Como ya les he contado en otras oportunidades, una de las características de los coles Waldorf es que tienen muchas fiestas. Aquí les había contado de las fiestas de los primeros meses del año.

Ahora, con el comienzo del invierno, tuvo lugar la Fiesta de los Farolitos, con participación de toda la comunidad: niños, padres, maestros, hermanos, abuelos... Una fiesta preciosa en la que se celebra la llegada del invierno como época para guardar nuestra luz y nuestro calor interior, época de recogimiento y de espera, para luego devolver esa luz y ese calor al mundo.


Pero como es más lindo vivirlo que leerlo, les armé este video (un poquito largo, perdón, pero no quería cortar el hermoso cuento), para que puedan tener una idea de qué se trata esta fiesta. Espero que lo disfruten.






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