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sábado, 23 de enero de 2010

Llamamiento para apoyar la alimentación apropiada del lactante y del niño pequeño en Haití


El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) hacen un llamamiento a apoyar la alimentación apropiada del lactante y el niño pequeño en la emergencia actual, y previenen contra las donaciones innecesarias y el uso potencialmente perjudicial de sucedáneos de la leche materna.




Durante las situaciones de emergencia, las tasas de morbilidad y de mortalidad de los niños menores de 5 años son superiores que las de otros grupos de edad; cuanto más joven es el niño, mayor es el riesgo. El riesgo de muerte es particularmente elevado debido al efecto combinado de una prevalencia muy aumentada de enfermedades transmisibles y diarreicas y tasas elevadísimas de desnutrición. La alimentación y la atención apropiadas de los lactantes y niños pequeños es esencial para prevenir la desnutrición y disminuir la morbilidad y la mortalidad. Los principales problemas de salud de los niños haitianos, que han empeorado a causa de la actual crisis, son la desnutrición crónica y aguda y las enfermedades transmisibles. Como consecuencia del daño estructural causado por el terremoto a los sistemas de abastecimiento de agua, se agrega el riesgo mayor de padecer enfermedades de origen hídrico que afectan a un gran número de los grupos de población urbanos, rurales y desplazados. Muchos lactantes y niños pequeños han quedado huérfanos o separados de sus madres. Los riesgos para los niños de Haití son agravados por las prácticas deficientes de alimentación del lactante y el niño pequeño y por la desnutrición existentes antes del terremoto. En esta situación de emergencia, la cuerda de salvamento que ofrece la lactancia materna exclusiva a los niños durante los seis primeros meses de vida y la lactancia materna continua más la alimentación complementaria durante al menos otros dos años es de importancia capital, y debe ser protegida, promovida y apoyada cuanto sea posible. La mayoría de las mujeres de Haití inician la lactancia materna y casi todos los lactantes menores de 6 meses de edad eran amamantados al menos parcialmente antes del terremoto. En esta etapa, es fundamental alentar y apoyar a las madres para que inicien la lactancia materna inmediatamente después del parto, amamanten exclusivamente hasta los seis meses y vuelvan a amamantar en forma exclusiva a los lactantes menores de 6 meses que reciben ‘alimentación mixta’. Los lactantes que no son amamantados están en riesgo especialmente alto y hay que identificarlos tempranamente y darles asistencia eficaz, en particular mediante el restablecimiento de la lactancia materna.




Protección y apoyo a las mujeres que amamantan


Durante los seis primeros meses de vida, no se necesita ningún alimento o líquido diferente de la leche materna, ni siquiera agua, para satisfacer las necesidades nutricionales y de líquidos de un lactante. La valiosa protección contra las infecciones que confiere la lactancia materna es mucho más importante en ambientes carentes de agua salubre y saneamiento. Por consiguiente, la creación de un entorno protector y la prestación de apoyo eficaz a las mujeres que amamantan son intervenciones esenciales. Es común la creencia errónea de que, en las emergencias, muchas mujeres ya no pueden amamantar adecuadamente debido al estrés o la nutrición insuficiente. La preocupación por estas mujeres y sus hijos lactantes puede impulsar las donaciones de sucedáneos de la leche materna como la leche maternizada. Aunque el estrés puede trastornar temporalmente el flujo de la leche materna, es poco probable que inhiba su producción, siempre y cuando madre e hijo permanezcan juntos y reciban apoyo para iniciar y continuar la lactancia materna. Las madres pueden amamantar aun si carecen de alimentos o están desnutridas. La entrega de agua y alimentos suficientes a las madres debe ser una prioridad, pues ayudará a proteger su salud y bienestar así como el de sus hijos pequeños. Las intervenciones básicas para facilitar la lactancia materna consisten en dar prioridad a las madres con niños pequeños en relación con el albergue, los alimentos, la seguridad y el abastecimiento de agua y saneamiento; propiciar el apoyo entre las madres; y procurar que haya un lugar especial para ofrecer orientación eficaz sobre la lactancia materna y apoyo para mantenerla. Las mujeres con traumas o deprimidas pueden tener dificultades para responder a las necesidades de sus hijos y requerir apoyo mental y emocional especial. El UNICEF, la OMS y otras organizaciones que tienen que ver con la alimentación del lactante en las emergencias apoyarán la capacitación del personal en la evaluación individual de las mejores opciones para alimentar a los lactantes, así como en la educación y el apoyo de los prestadores de asistencia con respecto a la alimentación óptima del lactante en estas circunstancias de emergencia.




Alimentación del niño no amamantado menor de 6 meses


Los lactantes menores de 6 meses que no son amamantados deben ser identificados rápidamente para proporcionarles un apoyo eficaz. La prioridad para alimentar a estos lactantes debe ser volver a amamantarlos. Si esto no es posible o cuando la alimentación artificial es indicada por personal capacitado, como proveedores de servicios de salud o consejeros de alimentación del lactante, los sucedáneos de la leche materna son necesarios; deben acompañarse de capacitación en materia de higiene, preparación y uso para reducir al mínimo sus riesgos. La alimentación artificial en una emergencia conlleva muchos riesgos de padecer desnutrición, enfermedades y muerte; constituye el último recurso después de haber explorado plenamente otras opciones más seguras. Cualquier sucedáneo de la leche materna que se tenga que utilizar debe observar las normas aplicables del Codex Alimentarius y obtenerse de una manera eficaz y rápida, en coordinación con el UNICEF, el organismo que coordina la nutrición en Haití. El tipo preferido de sucedáneo de la leche materna es el que viene listo para usarse. Debe vigilarse cuidadosamente la distribución y el uso de los sucedáneos de la leche materna para comprobar que solo los lactantes designados reciban el producto. Para más información, comunicarse con el UNICEF (véanse los datos de contacto más adelante). Cuando se usan sucedáneos de la leche materna, hay que alentar y enseñar a los prestadores de asistencia a alimentar a las criaturas con taza y cuchara. No deben proporcionarse biberones ni tetillas porque son más difíciles de limpiar. Personal calificado debe prestar apoyo apropiado a los prestadores de asistencia sobre cómo usar sin riesgos los sucedáneos de la leche materna. Dado que los lactantes que toman sucedáneos de la leche materna tienen mayor riesgo de sufrir enfermedades, debe establecerse un mecanismo para vigilar su salud.




Donaciones y compra de sucedáneos de la leche materna y otros productos lácteos


De conformidad con las directrices aceptadas a escala internacional, no deben hacerse donaciones de leche maternizada, biberones ni tetillas, como tampoco de leche en polvo o líquida ni productos lácteos. La experiencia en emergencias pasadas indica que se envía una cantidad excesiva de productos, por lo común mal dirigidos, que ponen en peligro la vida de muchos lactantes. Toda compra de sucedáneos de la leche materna debe basarse en la evaluación de necesidades cuidadosa y en coordinación con el UNICEF. Si bien la leche humana es segura cuando se elabora y pasteuriza en un banco de leche materna, también requiere cadenas de frío que funcionen perfectamente. Como tales condiciones no se cumplen actualmente en Haití, las donaciones de leche humana no pueden aceptarse. Toda consulta o intención de donación debe dirigirse al UNICEF, organismo designado para coordinar la nutrición en Haití.




Alimentación complementaria de los niños mayores de 6 meses


A partir de los 6 meses de edad, además de la leche materna los niños requieren alimentos complementarios ricos en nutrientes, apropiados para su edad e inocuos. Debe darse preferencia a los alimentos que se consiguen en la localidad y son culturalmente aceptables, nutricionalmente apropiados y adecuados a la edad. Cuando no hay o escasean los medios para cocinar, los alimentos fortificados listos para consumirse son una opción. Los polvos de micronutrientes que pueden agregarse a los alimentos locales, las raciones de emergencia o las mezclas alimentarias fortificadas también mejoran la calidad de la alimentación. Además, una vez que se cuenta con medios para cocinar, se recomienda proporcionar mezclas alimentarias fortificadas. Debe establecerse un sistema de monitoreo para velar por la focalización, distribución y uso apropiados de los alimentos y productos alimenticios para los lactantes y niños pequeños.




Alimentación de los lactantes y los niños pequeños en el contexto de la infección por el VIH


Las madres infectadas por el VIH deben ser apoyadas para que amamanten exclusivamente a sus hijos durante los seis primeros meses de vida, introduzcan los alimentos complementarios apropiados posteriormente y sigan amamantándolos durante los 12 primeros meses; al mismo tiempo, hay que proporcionarles los antirretrovíricos, según las recomendaciones actuales de la OMS sobre la infección por el VIH y la alimentación del lactante (véase la lista de referencias). Si una mujer seropositiva ya estaba dándole a su hijo leche maternizada comercial, debe recibir un suministro suficiente de leche maternizada lista para usarse y el apoyo necesario. Se está preparando una guía de orientación por separado para la situación que prevalece en Haití.




Tratamiento de la desnutrición grave aguda


El tratamiento de los niños gravemente desnutridos, ya sea en un establecimiento o en la comunidad, debe aplicarse en conformidad con las normas y mejores prácticas internacionales y vigilarse estrechamente. Se necesitan leches terapéuticas especialmente formuladas F75 y F100, así como alimentos terapéuticos listos para consumirse.




Conclusiones


El UNICEF, la OMS y el PMA instan enérgicamente a todas las entidades involucradas en la financiación, planificación y ejecución de la respuesta de emergencia en Haití a que eviten enfermedades y muertes innecesarias mediante la promoción, protección y apoyo a la lactancia materna y la alimentación complementaria apropiada, así como evitando la distribución y el uso no controlados de sucedáneos de la leche materna. Las entidades de los sectores público y privado y las persona que deseen apoyar a los lactantes y niños pequeños y sus madres y a los prestadores de asistencia en esta emergencia deben donar fondos en lugar de enviar donaciones en especie. Instamos además a los gobiernos y asociados a incluir el fortalecimiento de la capacidad en materia de lactancia materna y alimentación del lactante y el niño pequeño como parte de los preparativos y la planificación para situaciones de emergencia, y a comprometer recursos económicos y humanos para la protección apropiada y oportuna, la promoción y el apoyo de la alimentación óptima del lactante y el niño pequeño en esta y otras emergencias.




Para obtener más información: UNICEF, Sección de Nutrición, Nueva York: Ilka Esquivel, iesquivel@unicef.org, tel.: + 1 212 326 7756, Nune Mangasaryan, nmangasaryan@unicef.org, tel.: +1 212 326 7159 UNICEF, oficina en Puerto Príncipe: Mija-Tesse Ververs, Coordinador del Grupo de Acción en materia de Nutrición en Haití, mijaververs@hotmail.comMarie-Claude Désilets, desilets26@hotmail.com y mdesilets@unicef.org, tel.: (509 ) 2245 3525 Programa Mundial de Alimentos, Roma: Tina van den Briel, Tina.VanDenBriel@wfp.org, tel. +39 06 6513 2171 OMS, oficinas en Ginebra y Washington, D.C. (OPS): Zita Weise Prinzo, weiseprinzoz@who.int, tel.: + 41 22 791 4440 Chessa Lutter, lutterch@paho.org, tel.: + 1 202 974-3871 OMS, oficina en Puerto Príncipe: Montserrat Escruela, Mescruela@yahoo.com y montserrates@hai.ops-oms.org, tel.: +501 244 7675




Referencias


1 Alimentación de lactantes y niños/as pequeños/as en emergencias. Guía operativa para personal de mitigación de emergencias y administradores/as del programa, v2.1, Feb 2007




En francés: http://www.ennonline.net/pool/files/ife/ops-guidance-french-sept-07.pdf
Mensajes para los medios de comunicación en Haití (documento disponible en inglés y francés): http://www.ennonline.net/resources/735


Guía para los medios de difusión sobre la alimentación de lactantes y niños pequeños en emergencias.




En español: http://www.ennonline.net/pool/files/ife/ife-media-guide-spanish(1).pdf Module 2 on Infant Feeding in Emergencies, v1.1, Dec 2007, for health and nutrition workers in emergency situations. http://www.ennonline.net/ife/view.aspx?resid=4 (documento disponible en inglés y francés) HIV and Infant Feeding: Revised Principles and Recommendations. Rapid Advice. OMS. 2009.http://www.who.int/child_adolescent_health/documents/9789241598873/en/index.html (en inglés) International Code of Marketing of Breastmilk Substitutes and subsequent relevant World Health Assembly Resolutions. WHO (1981): http://www.unicef.org/nutrition/files/nutrition_code_english.pdf (en inglés) y: http://www.ibfan.org/site2005/Pages/list2.php?iui=1&cat_id=46



viernes, 15 de enero de 2010

DONACIONES PARA HAITI A TRAVES DE UNICEF ARGENTINA

©Eduardo Munoz/Reuters
Para quienes están en Argentina,y deseen hacer donaciones a través de tarjeta de crédito para ayudar a las víctimas del terremoto, este es el enlace a UNICEF ARGENTINA y su sitio seguro de donaciones (las hay desde $50).

Quienes estén en otros países, pueden acceder al sitio de UNICEF y de ahí buscar su país para hacer el donativo en su moneda local.

HAITI NOS NECESITA. SEAMOS SOLIDARIOS CON NUESTROS HERMANOS LATINOAMERICANOS.

miércoles, 13 de enero de 2010

Se aconseja no enviar donaciones de leche a Haití

Como ya sucediera durante el tsunami de 2004, ahora, ante la catástrofe por el terremoto en Haití, se aconseja NO DONAR LECHE DE FORMULA.


Haití es un país sumamente pobre, donde la mayoría de la población vive con menos de un dolar diario, y donde el acceso al agua potable es escaso. Todo esto se ha visto agravado con el terremoto del día de ayer.
Donar leche empolvo implica el problema de que esta sea preparada con agua que no sea potable, o que los biberones no se encuentren limpios y esterilizados para ser utilizados por el bebé. Esto puede acarrear otras enfermedades serias, como cólera, fiebre tifoidea, hepatitis A y B, entre otras (estas enfermedades pueden ser mortales en algunos casos, y no olvidemos que estamos hablando de niños pequeños).


Las madres que estaban amamantando al momento de la catástrofe DEBEN CONTINUAR AMAMANTANDO, y en el caso de los niños huerfanos son las autoridades sanitarias las que deben estipular cual es la alimentación que corresponde a cada niño en cada caso.

Para más información sobre lactancia en emergencias, les dejo estos vínculos:
http://www.worldbreastfeedingweek.net/wbw2009/index.htm
http://www.worldbreastfeedingweek.net/wbw2009/images/spanish_2009actionfolder.pdf
http://www.ibfan.org/spanish/activities/emergencies/ife01-es.html
http://www.goldconf.com/preview.html

EN EMERGENCIAS, MAS QUE NUNCA, AMAMANTAR SALVA VIDAS.

Comparto con ustedes un mail enviado por el pediatra español Carlos Gonzalez en la Red Lacmat sobre este tema, y reproducido con su autorización.



Las donaciones de leche para el biberón en casos de catástrofe (guerra, terremoto, inundación...) son sumamente peligrosas. En realidad no son donaciones, sino muestras gratuitas: es el medio por el que las empresas lácteas compiten para hacerse con nuevos mercados. Si estás atenta a las noticias, muchas veces habrás oído cómo ha salido un avión cargado de leche... raramente oirás de un avión cargado de macarrones o lentejas. Porque las empresas que venden macarrones o lentejas, fuera de que alguna en concreto tenga un director especialmente generoso o solidario, no tienen un interés comercial en hacer una donación. Mientras el país en cuestión esté en ruinas, no pagarán por la comida; cuando superen la catástrofe, se comerán sus propias lentejas cultivadas en su país, o sus propios macarrones fabricados por empresas locales. En cambio, si en un país del tercer mundo consigues cargarte la lactancia, consigues que millones de madres abandonen la lactancia y millones de médicos y enfermeras aprendan las ventajas del biberón, que sin duda es buenísimo porque la asociación X nos lo regalaba para ayudarnos, luego tendrás un mercado cautivo que valdrá millones, porque esa leche no se fabrica en el país y la tendrán que importar, y acostumbrados a la marca Z probablemente seguirán comprando la marca Z. Hace años pidieron que los donativos fueran con una etiqueta blanca, "leche para bebés", sin marca, y los fabricantes, claro, no quisieron. Además, muchas veces la empresa fabricante se ahorra el transporte: se limita a entregarle las muestras gratuitas a una ONG (por suerte las ONG serias ya no las aceptan, pero a veces encuentras a un primo), o a un gobierno, y estos pagan los portes. Y el mercado de la lactancia, no nos engañemos, está en el tercer mundo. En España sólo nacen menos de 500.000 niños al año; en Indonesia más de 5 millones, en la India más de 25 millones... Son muchos más clientes, aunque algunos se mueran por el camino, aunque sólo se compren una lata de leche por semana y la diluyan para que dure...
Hace unos años, acababa de terminar la guerra de Sarajevo, conocí a un pediatra bosnio en un congreso. Había pasado hambre, estaba delgadísimo, y en las comidas recogía hasta la más minúscula miga de pan que cayera en el mantel y se la comía. Nos explicó como al principio de la guerra la mortalidad infantil aumentó espectacularmente, porque fueron inundados con muestras gratuitas. Claro, no todos los profesionales tienen buena formación sobre lactancia, igual que pasa aquí. Muchos empezaron a recomendar "ayuditas", pensaban que las madres, "estresadas" por la guerra, no tendrían leche, o que al quitarle a una madre mal alimentada la pesada "carga" de tener que dar el pecho le hacías un favor. Sin agua potable ni gas para hervirla (lo mismo que ocurre ahora en Gaza), cuando las explosiones destruyen las alcantarillas y la mierda inunda las plantas bajas... la mortalidad fue enorme. Tuvieron que ser los pediatras más concienciados los que fueran a quejarse a UNICEF, que convocó una reunión de todas las ONG sobre el terreno, acordaron no distribuir más donaciones, realizaron cursos para el personal... en pocos meses, mientras la guerra continuaba, habían conseguido tasas de lactancia materna más altas y una mortalidad infantil más baja que antes de la guerra.
Por supuesto algunos niños necesitan leche artificial en las guerras; pero para esos pocos ya se consigue leche sin necesidad de espectaculares cargamentos de muestras. Y esos niños, en esas condiciones, tienen un riesgo de muerte tan alto que ya no vale aquello de "la madre es libre para decidir, y si ha elegido la lactancia artificial...".En esas condiciones hay que hacer todo lo posible para que la madre relacte, aunque lleve meses sin dar el pecho, o para encontrar una nodriza. Y tristemente eso no es muy difícil, porque los bebés son más frágiles que los adultos: en cualquier catástrofe hay más madres sin bebé que bebés sin madre.
Saludos
Carlos González

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