viernes, 24 de diciembre de 2010

Nochebuena


Palabras
de Friedrich Rittelmeyer

Si queremos festejar una Navidad cristiana,
debe vivir en nosotros un pastor y un rey.
Un pastor que sabe escuchar lo que otros no oyen.
Que, con todas las fuerzas de veneración,
vive bajo el cielo estrellado.
Al cual ángeles pueden desear revelarse.
Y un rey que sabe regalar.
Que no se deja guiar más que por la estrella de las alturas.
Que se pone en camino para ofrendar todos su dones a un pesebre.
Pero además de un pastor y un rey,
debe vivir en nosotros un niño,
que ahora quiere nacer.

Del libro "Licht im Aufgang"
"Ein Weihnachtsbuch", Editorial Urachhaus, Stuttgart.

Les deseamos a todos una muy Feliz Navidad!!

domingo, 19 de diciembre de 2010

Cuarto Domingo de Adviento


El ángel violeta

El último domingo antes de Navidad es un gran ángel con manto de un violeta muy sutil y cálido el que aparece en el cielo y pasa por encima de toda la tierra. Lleva en su mano una lira, toca en esta lira una música muy dulce, entonando un canto muy armonioso y claro. Pero para escucharlo es necesario tener un corazón silencioso y atento. Canta el gran canto de la paz, el canto del Niño de Navidad y del reino de Dios que viene sobre la tierra. Muchos pequeños ángeles lo acompañan y ellos también cantan y se alegran en el cielo.
Y entonces todas las semillas que duermen en la tierra se despiertan y la tierra misma escucha y se estremece. El canto de los ángeles le dice que Dios no la olvida y que un día ella volverá al paraíso.

Soline y Pierre Lienhard
del "Boletín de Metodología para los presentes y futuros maestros Waldorf". N. 8107, septiembre-octubre 1984, México.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Nueva sección!! (Pan dulce o Panettone)


A partir de hoy inauguro una nueva sección:
RECETAS.
Fáciles. Ricas. Nutritivas. Dulces y Saladas.
Trataré de poner una nueva receta por lo menos una vez al mes.
Para inaugurar, y dado que se vienen las fiestas, les dejo la receta de PAN DULCE (yo la hago en la panificadora, y queda bárbaro, pero pueden hacerlo a mano).

PAN DULCE

Ingredientes:
Harina 500 grs.
Levadura 3/4 del cuadradito de levadura prensada (18 grs. aprox.)
Azucar 150 grs.
Manteca 125 grs.
Esencia de Vainilla 1 cdita.
Ralladura de 1 limón o naranja
Esencia de Agua de azahar 1 cda.
Malta 1 pisca (yo agarro un poquito con la punta del cuchillo)
Sal 1 cdita.
Leche 200 cm3 aprox
Frutas secas, abrillantadas, pasas, pepitos de chocolate o lo que te guste ponerle en la cantidad que te guste (yo pongo aprox. 150 grs. entre todas las frutas)

Primero entibiamos 100 cm3 de leche, agregamos una cdta. de sal, 1 cda. de azucar, 1 cda. de harina y revolvemos hasta que esté bien disuelto. Trozamos la levadura dentro de la leche tibia, y dejamos fermentar (poner en un vaso grande porque hace mucha espuma).
En la panificadora ponemos la harina, el azucar, la manteca blanda o un poco derretida, la cdta. de esencia de vainilla, la pisca de malta, la esencia de agua de azahar y la ralladura de limón o naranja, y por ultimo la levadura fermentada con la leche.
Encendemos en el programa "Pan dulce" (en mi maquina es el 4) y dejamos que empiece a amasar. Entibiamos la leche que nos sobró, y si vemos que está muy seca, vamos agregando leche de a poquito hasta ver que está homogenea y no se pega en los bordes. Si se pasan con la leche siempre pueden agregar un poco más de harina.
Cuando la maquina lo indica (la mía hace un pitido, aproximadamente luego de 15 minutos de amasado y antes de empezar a levar) se agregan las frutas.
Y listo!!
Arriba se le puede poner un glasé para pan dulce, que se hace así:
Poner en una tacita un poco de azucar impalpable, y agregar unas gotas de jugo de limón y de agua. Ir mezclando hasta que queda en un punto que no sea ni demasiado chirlo ni demasiado espeso.
Unos 5 minutos antes de que la maquina termine el programa, se pincela por arriba el pan con el glasé.

Que les salga rico!!
(el de la foto está oscurito porque le puse chocolate!! Y no le puse glaseado)

lunes, 13 de diciembre de 2010

Salimos en la web de la revista OhLalá!!

Hace unos días, Cecilia Wall, de la revista OhLalá, se acercó a casa para que diera testimonio de cóm es usar pañales de tela.
Aquí pueden ver el artículo y el video.
Lamentablemente mi firewall no me permite dejar comentarios en la Web de la revista, pero para aquellos que piensan que es menos ecológico lavar (por el detergente y por el consumo de agua) que usar pañales descartables, vale aclarar que el detergente que se usa es mínimo (lo recomiendan los mismo fabricantes, para que el pañal no pierda absorción), en lugar de suavizante se usa vinagre, que no contamina, y la cantidad de agua utilizada para hacer dos o tres lavados por semana de pañales de tela es muchísimo menor que la cantidad de agua que utiliza una fabrica de pañales descartables (sí, además de los arboles que se talan, de los plásticos que se usan, de los químicos que ponen en el gel, también se usa agua en la fabricación de los pañales desechables). Así que SIN DUDA son más ecológicos que los descartables. TODO lo que es descartable, en lugar de REUTILIZABLE, es antiecológico.
Eso por no hablar de que está en duda las consecuencias que puede tener el gel de los pañales descartables (algunos estudios europeos señalan al gel y a la alta temperatura que tienen los testículos del bebé dentro de un pañal descartable como responsable del crecimiento de la infertilidad masculina).

Una imagen vale más que mil palabras


Colecho y amamantamiento embarazada de 20 semanas.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Tercer Domingo de Adviento



El ángel blanco

El tercer domingo, un ángel todo blanco y luminoso desciende hacia la tierra, tiene en su mano derecha un rayo de luz que posee un poder maravilloso. Va hacia todos los humanos, en cuyo corazón el ángel rojo había encontrado amor puro, y los toca con su rayo de luz. Entonces esta luz penetra en los corazones de estos humanos y comienza a iluminarlos y a darles calor desde el interior. Es como si el sol se iluminara en sus ojos y penetrara en sus manos y en sus pies y en todo su cuerpo. Incluso los más pobres, los más humildes entre los hombres son también así transformados y comienzan a parecerse a los ángeles, si ellos han tenido amor puro en su corazón.
Pero todo el mundo no ve a este ángel blanco, sólo los ángeles lo ven y aquellos cuyos ojos han sido iluminados por su luz. Es con esta luz en los ojos que uno puede ver también al pequeño niño que nace en Navidad en el pesebre.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Adiós al Jardín

Hoy Joaqui se despidió del jardín.
Si bien las clases finalizaron el viernes pasado, hoy era la entrega de los trabajos hechos durante el año, y los niños se despedían de este rincón que los cobijó durante los últimos 4 años a muchos de ellos, tal vez solo este último año a otros, como Joaqui.
Fue una ceremonia sencilla, y sin embargo, super emotiva.
No hubo disfraces. No hubo canciones. No hubo coreografías.
Llegamos al cole, y como siempre los niños ingresaron primero al salón. Luego entramos los padres, y nos sentamos detrás de los niños.
Enfrente, se habían dispuesto tres rincones: en uno esperaban las carpetas con el nombre de cada niño, conteniendo los trabajos del año; en otro, las labores de los niños; en medio de ambos rincones, una imagen llena de figuras de pastores y pastoras, leñadores, tejedoras, campesinos y campesinas.
Los maestros cantaban villancicos y un violín se escuchaba de fondo.
De a una, las maestras se acercaban a los niños, y llamaban a uno solo con la mirada. Los padres se acercaban a su hijo y juntos, acompañados por la maestra, se acercaban al primer rincón, donde les entregaban la carpeta que atesoraba los trabajos de todo el año.
Luego se acercaban al rincón de labores, y les hacían entrega de los pompones y trabajos de telar de cada niño. La maestra, en cuclillas para poder estar a la altura del niño, hacía algún comentario sobre las labores (muy bajito, era imposible escuchar lo que decían a cada niño, porque era sólo para que cada niño pudiera escucharlo).


Por último, todos pasaban a la imagen final. Allí la maestra explicaba al niño (esto lo supe cuando le tocó a Joaqui) que allí estaba representada la tierra, con todo lo que nos dá: el agua, el trigo para el pan, los arboles, los animales; e invitaba al niño a elegir una figura de las tantas que se veían allí representadas.
Joaqui escogió a un leñador con su hacha.
A medida que iban completando el camino, cada familia se despedía de los maestros, y luego se retiraba, en silencio.
Sin actos. Sin disfraces. Sin estridencias. Así terminamos el año.
Y todo lo que tuvo de sencillo, lo tuvo de hermoso.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Segundo domingo de Adviento


El ángel rojo

Hoy desciende un segundo ángel del cielo y está vestido con un gran manto rojo y lleva en su mano izquierda un gran cesto todo hecho en oro. Este cesto está vacío y el ángel quisiera llenarlo para llevarlo todo lleno delante del trono de Dios, ¿pero qué va a poner en él? El cesto es muy delicado y sutil, porque está entretejido con rayos de sol, no se le pueden poner cosas duras ni pesadas. El ángel pasa muy discretamente por todas las casas, sobre toda la tierra y busca, pero ¿qué busca? Mira en el corazón de todos los hombres para ver si encuentra un poco de amor que sea puro, y este amor lo coloca dentro de su cesto y se lo lleva hacia el cielo. Y allá, aquellos que habitan el cielo, los ángeles y también los hombres que ya han vuelto al cielo, toman este amor y lo convierten en la luz para las estrellas.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Newsletter Laura Gutman - Diciembre 2010


Las fiestas de Fin de Año
Perdidos en el consumo de bienes materiales, olvidamos que estamos recordando el nacimiento del Niño Jesús y el mensaje de amor que traía consigo. Habitualmente estamos abocados a saber quién regaló qué cosas, quien se olvidó, quien cumplió con todos y si nuestra familia ha sido justa en la repartición de los obsequios. También comemos con exageración. Brindamos y bebemos más que de costumbre. Y a la cama. Si ésa ha sido la realidad durante los últimos años de festejos familiares, quizás podamos hacer pequeños movimientos que nos satisfagan más y que llenen de sentido esas noches tan especiales. Tal vez podamos volver a cierta intimidad, reunirnos con pocas personas y regalar a cada uno un escrito colmado de agradecimientos. Y para los niños, algo fuera de lo común, soñado, imaginado y en lo posible no muy caro. Los niños tienen derecho a recibir una hermosa carta escrita por Papá Noel felicitándolos por sus virtudes, firmada con letra dorada. Alguien puede regalar un breve concierto de piano o una pieza tocada en flauta dulce. Podemos abrir los álbumes de familia y mirar fotos viejas durante horas, mientras los niños descubren a sus abuelos con cabello, a sus padres siendo niños y a novios y novias que quedaron en el olvido. Sería emocionante ofrecer a los comensales dos minutos de tiempo para pedir un deseo en voz alta, comprometiéndonos a intervenir para que se haga realidad. Y desde ya, podemos hacer silencio. Pensar. Meditar. Rezar. Ponernos las manos en el corazón. Darnos cuenta que estamos juntos. Contarles a los niños algo relativo al nacimiento de cada uno de ellos. En fin, cualquier gesto amoroso, cargado de ilusión y respeto, que nos recuerde por qué estamos juntos, es perfecto para un verdadero día de fiesta compartida.

¿Y si hay familiares que no están dispuestos a modificar las rutinas repetidas en años anteriores? No pasa nada. Pero hay algo que sí podemos hacer: revisar si el modo en que históricamente hemos celebrado, ahora encaja con nuestra realidad. Por ejemplo, evaluemos si con bebes muy pequeños, vale la pena estar lejos de casa hasta altas horas de la madrugada, o si es saludable someter a los bebes, a ruidos y música inadecuados. Observemos si nuestros niños se sienten cómodos entre familiares que ven una sola vez por año. Registremos si estamos arrastrando a nuestros cónyuges a circuitos donde no son bienvenidos o se sienten incómodos. Examinemos si nuestro deseo está alineado, o bien si seguimos mandatos obsoletos como por ejemplo asistir a la casa de tal rama de la familia, porque siempre ha sido así y nunca nadie lo ha cuestionado. En cualquier caso, evaluemos si hemos organizado los festejos de fin de año de acuerdo a nuestra realidad familiar o en cambio, en base a los mandatos establecidos.

Sin ninguna duda -si hemos extraviado el sentido profundo de estas reuniones- los niños no tardarán en manifestar sus incomodidades a través de enfermedades, llantos o simplemente portándose muy mal. Si ése fuera el caso, en lugar de castigarlos, examinemos si hemos arrastrado a toda nuestra familia a un sitio absurdo, justo cuando era momento de encontrarnos con nosotros mismos.

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