viernes, 6 de noviembre de 2009

Más del 80% de los padres sobreexige a sus hijos


Hoy leí este excelente artículo del diario Clarín, y realmente se me ponían los pelos de punta.

Pensar que más del 80% de los chiquitos se enfrenta diariamente a situaciones que no pueden resolver por su edad, y que encima esa sobreexigencia viene de los propios padres, y para empeorarla, que a la frustración que esto les genere se suma "un chirlo", me parece terrible.

Y lo peor de todo, es que creo que ninguno de nosotros podemos escapar, como padres, a esta sobreexigencia, porque nos viene de la sociedad en la que vivimos.

Nosotros mismos nos hemos encontrado sobreexigiendo a Joaqui, por ejemplo para que salude a un familiar al que no había visto en su vida, o para que "se porte bien" en casa ajena, por miedo al que dirán, sobre todo teniendo en cuenta que por nuestra particular forma de ver la crianza, tal vez sentimos que estamos mucho más expuestos a las críticas y los comentarios de los demás.

Por supuesto, nunca hemos acudido al "chirlo", creemos firmemente que es violencia pura y dura, y estamos totalmente en contra de aplicar castigos físicos a los niños.

Pero debo decir, con mucho pesar y vergüenza, que en más de una oportunidad le hemos gritado y nos hemos comportado como auténticos dictadores. Está claro que aún nos queda mucho por aprender, mucho camino por recorrer en este proceso de criar con amor.

Volviendo al tema del artículo, creo que no sólo como padres, sino como sociedad, debemos replantearnos seriamente qué estamos haciendo con nuestros chiquitos: de 8 a 18 en una guardería desde los 45 días, pretendiendo que a los 6 meses se coman un platazo de puré con carne, que al año caminen, que a los 2 años hayan dejado los pañales, y que a los 3 (y también antes) digan buen día, buenas noches, por favor, permiso, gracias, no griten, no chisten, no corran, no molesten... sobre todo y particularmente cuando no estamos en nuestra casa. Cuando estamos en casa, solemos ser más permisivos, pero esta "permisividad" no se traduce en tiempo de juego, en lecturas compartidas, en paseos juntos, sino más bien en "dejarlos hacer lo que quieran con tal de que no nos molesten por un rato".

Me quedo con esta dos frases del artículo:



(...) hay que aceptar que no es un problema que el chico derrame la leche en el piso, no guarde los juguetes, no los comparta con otros nenes o no salude cuando llega de visita a un lugar. "Cuando se empieza a entender -señalan-que para cada situación los chicos necesitan su tiempo, la ansiedad de papás y niños baja y el clima se vuelve más propicio para establecer reglas".

Aprender a escuchar y a observarlos. Así, el vínculo fluirá.

3 comentarios:

GLORIA dijo...

Excelente artículo, gracias por compartirlo.
Hay algunos momentos que el cansancio o el stress nos puede. Yo también le he gritado en alguna ocasión a mi hijo y me he sentido fatal. Pero creo que puedo decir que estoy en el camino....por lo menos puedo reconocer el error e intentar subsanarlo. No somos másquinas y tenemos mucho que desaprender.
En cuanto a lo que dice el artículo de la expectativas de los padres estoy totalmente de acuerdo con eso.
Hace unas semanas, hablando con una conocida me preguntó si mi hijo dormía bien, a lo que yo contesté que estupendamente y que nunca he tenido problemas de malas noches (algun desvelo sí pero no demasiados)y me dice; uy que bien, entonces es que lo acostumbraste muy rápido a dormir es su cuarto.Mi respuesta: no, no te eequivoques él duerme en nuestra cama. Si vieras la cara que puso......
Yo no espero que mi hijo duerma solo, ya lo hará. Si de algo estoy segura es que no va dormir conmigo toda la vida. Pero esta mujer pretendía que dejara a mi hijo solo en su habitación , entonces cuando se despierte llorando, aterrado en medio de la noche, ella pensaría que duerme muy mal....
Lo mismo ocurre con la comida,yo opino que come estupendamente, mi padre que come la mitad de lo que debería y mi madre la cuarta parte y su pediatra que debe comer más leche (de vaca, que no toma) y más variedad en alimentos (salchichas, pasta) Todo es cuestión de expectativas

Saludos

Anónimo dijo...

Muy bueno el artículo, tristemente explica muy bien la realidad de muchos chicos sobre exigidos! y creo que lamentablemente ni los padres que queremos ser muy respetuosos con nuestros hijos y criarlos bajo las consignas de la crianza con apego y amor podemos zafar de convertirnos, de vez en cuando (y quizás demasiado a menudo) en lo que no queremos.
Tenemos todo un camino que desandar y transitamos(o lo intentamos!), en general, una modalidad de vincularnos diferente a la de nuestros padres, esperando que para nuestros hijos sea lo natural cuando a ellos les llegue la hora de ser padres!
besos!,
María

Somos cuatro dijo...

hola jose...edith se re acordaba de vos!! dijo que nuestros partos fueron re parecidos...brindo por eso!!

a mi tambien me salta la termica a veces y pego ese grito que despues tanto me pesa, y pienso mil maneras posibles para resolver la misma situacion sin tener que levantar la voz...tambien me queda mucho camino por recorrer pero en eso estamos...y vamos bien!!

besos
euge

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