martes, 2 de agosto de 2011

Newsletter Laura Gutman Agosto 2011


La vida de pareja cuando llegan los hijos... que tema!!
Tener un bebé que llora, los pechos chorreando leche, unas ojeras que te las pateas, la panza que parece un globo desinflado, todo lo cual te hace sentir la mujer menos atractiva del planeta, y encima tener que estar disponible, cuando tu líbido está totalmente en otro lado...Niños que lloran, que se meten en la cama de los padres a mitad de la noche (o que directamente duermen toda la noche con nosotros), que se despiertan JUSTO en "ese momento"...Sin embargo, todas estas cosas, cuando hay VERDADERO AMOR, lejos de separarnos, nos encuentran como pareja... Claro que habrá discusiones, habrá momentos de "no tener ganas", habrá momentos de exigencias de uno y otro lado...Pero cuando te mirás a los ojos con ese hombre que es el padre de tus hijos, una mañana en la cama familiar, y te tomás de la mano por encima de esas caritas diminutas que aún duermen... ahí te das cuenta que todo lo que necesitás en el mundo cabe en una cama de 2x2 (y más chicas también!!).


Mitos, mentiras y supuestos de la vida en pareja

No pretendo hablar sobre el amor romántico, porque los poetas y sacerdotes de todas las culturas en todos los tiempos lo han descrito. Pero sí diré algo sobre el amor en la pareja: Actualmente suponemos que la vida en pareja es algo favorable, y estamos condicionados para encontrar al príncipe azul o a la princesa rosa. Habitualmente, ese “encuentro” sucede cuando sentimos una fuerte atracción sexual por el otro. En seguida interpretamos que “eso” es amor. Y sobre la base de “ese” amor, armamos nuestros proyectos de seguridad. Las mujeres buscamos protección, sobre todo si creemos que en el futuro tendremos hijos. Los hombres buscamos suavidad y amparo. Y así firmamos contratos titulados “amor para siempre” con letra brillante seguidos de varias páginas con letra chica que no leemos porque estamos muy ocupados haciendo el amor. Luego, más tarde, nacen los hijos. En consecuencia la fuerte atracción sexual, como mínimo, se modifica, por no decir algo más contundente. Desaparece “eso” que nos tenía tan “enamorados”. Entonces empieza un período de reclamos mientras revisamos el contrato original, constatando todo aquello que hemos firmado de puño y letra. En esa letra chica figuran los hijos de matrimonios anteriores, los ex cónyuges con sus propias exigencias del pasado, las familias ascendentes con sus diferencias culturales o ideológicas, el mal humor de nuestro cónyuge, la debilidad, los malos hábitos, la pereza, la adicción al trabajo, las enfermedades, la incapacidad para generar dinero, la inestabilidad, el olor a cigarrillos y todos los pecados que parecen multiplicarse y manifestarse en ese individuo que duerme en nuestra cama. Creemos que la culpa es del otro, claro. Y que todo se solucionaría si el otro hiciera eso que nosotros queremos que haga. ¿Qué pasó? Pasó que “antes” tampoco hubo amor. Tal vez hubo deseo. Miedo. Necesidad de resguardo. Necesidad de compañía. Necesidad de crear una ilusión. Hubo necesidades a granel. Es decir, hemos utilizado al otro para satisfacer necesidades primarias. Pero resulta que el amor es otra cosa. El amor es ofrecer y poner a disposición todo lo que el otro necesita o desea. El amor sólo pretende complacer. El amor es altruismo puro. El amor ama. Nada más. No pretende nada para sí.
Por eso, si tenemos muchas quejas con relación a nuestro partenaire, primero observemos si alguna vez lo hemos amado. Luego decidamos si estamos dispuestos a empezar a amarlo, a partir de hoy.


Laura Gutman.


8 comentarios:

Mamá trabajadora dijo...

ME ENCANTA y estoy 100% de acuerdo con todo lo que has dicho! la gente entre y sale de relaciones quejandose de que ya no hay amor... pero que es el amor? Morir a si mismo por la otra persona... entonces lo encontraras.

ahora te sigo... un beso!

Patricia dijo...

Yo ya conozco a unas cuántas, e incluso el planteamiento me puede sonar a mí...a nosotros...

Patricia dijo...

Así es...

Fe r dijo...

Gracias a otra seguidora, Gi, que a su vez me sigue, los descubrí. Y acá me quedo. Admiro la sensatez, la valentía de Laura Gutman y de ustedes, de decir verdades "a boca de jarro", como me gusta decirlas a mí, sobre la vida en familia, la pareja, la maternidad y la crianza. Estoy harta de los estereotipos y cuentos rosas y celestes que nos venden por los medios... Esto es así: luz y sombra,yin yang, un trabajo constante que sólo se alimenta de puro amor, y el amor es un trabajo cotidinano.
Acá me quedo para seguir y comentar el devenir de esta hermosa familia, un poco más joven que la mía, creo, pero construída sobre la misma "revolución" y los mismos principios. ¡Felicitaciones!
Fer.

Jose y Cali dijo...

Gracias Fer!! Recién pasé por tu blog (no lo conocía), pero en este momento tengo mis 2 mts2 de cama llenos de niños, y quiero leerlo tranquila, así que mañana me doy una vuelta!

Fe r dijo...

Te re-entiendo. Todo bien.Tiempo al tiempo. Lo primero es lo primero... Cama llena,¡qué festín! Aunque a veces se añora la calma de la lectura silenciosa, ¿cierto?
Saludos, gente linda!
Fer.

karmucaycuquino dijo...

que razón tienes
, si tienes un rato te invito a visitar mi blog
un saludo desde España

http://karmucaycuquino.blogspot.com/

El Club de las Madres Felices dijo...

Preciosa entrada, Josefina. Gracias por acercarnos este texto de la más que interesante figura de Laura Gutman. Abrazos

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